Actualmente, las industrias de México pagan más de energía eléctrica y gas natural que las de Estados Unidos, nuestro principal socio de negocios.
Más allá de establecer un nuevo modelo de producción, inversión, distribución y aprovechamiento de los insumos energéticos del país, la reforma representa la posibilidad de homologar costos, con los de nuestros principales socios comerciales y así ser realmente competitivos en materias estratégicas, como la generación de energía eléctrica y el abasto de gas natural.
Entre 2012 y 2013, se presentaron 15 alertas críticas en el suministro de gas natural, lo que obligó a la industria nacional a reducir el consumo en 462 millones de ft3 diarios, en promedio. Ante tal panorama, la reforma energética promoverá un mayor aprovechamiento de los recursos naturales del país y hará posible detonar el potencial del sector para generar mayor capacidad de producción. Este objetivo se logrará a través del aumento de la producción de energía más limpia y de menor costo, el incremento de la renta petrolera, la generación de empleos bien remunerados, así como la protección del medio ambiente.
Beneficios
La reforma captará mayores inversiones nacionales y extranjeras y permitirá modernizar el sector con la adopción de nueva tecnología. Se estima que las nuevas inversiones en exploración y extracción de petróleo, en generación, transmisión y distribución de electricidad, y en el procesamiento y abastecimiento de los hidrocarburos y sus derivados, generarán 500,000 empleos formales adicionales para 2018 y 2.5 millones para 2025. Un segundo beneficio será el cuidado del ambiente, debido a que se fomentará la generación de energía a partir de fuentes renovables y tecnologías limpias, además de regular la seguridad del sector hidrocarburos y hacer a las empresas corresponsables del bienestar de las comunidades.
Por otra parte, existen acciones concretas como la reducción de las tarifas eléctricas y del gas natural ya que se considera aumentar la producción de petróleo de 2.5 millones de barriles diarios, que se generan actualmente, a 3 millones de barriles en 2018 y a 3.5 millones en 2025; al igual que la producción de gas natural de los 5,700 millones de ft3 diarios producidos actualmente a 8,000 millones en 2018 y 10,400 millones en 2025. Esto permitirá que la economía crezca cerca de 1% para 2018 y aproximadamente 2% para 2025. También se sustituirán las centrales eléctricas más contaminantes con tecnologías limpias y se fomentará la utilización de gas natural en la generación eléctrica.
Reducción de los costos energéticos
Dentro de los beneficios clave, destaca la reducción de las tarifas de luz, debido a que más empresas podrán generar energía eléctrica y utilizar tecnologías y combustibles más limpios y económicos, como el gas natural y las energías renovables. Como parte del plan estratégico se construirán más gasoductos para bajar el costo de transporte y aumentar la disponibilidad de gas natural en el país. Esto reducirá los costos de algunos servicios y alimentos, ya que el gas se usa también para producir fertilizantes, muchos de los cuales actualmente se importan a precios elevados.
Ramas | Ventas de 2211* |
Compras de 2211* |
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Edificación residencial | 3,723 mdp | 0 mdp |
Edificación no residencial | 1,843 mdp | 0 mdp |
Construcción para suministro de agua, petróleo, etc. | 723 mdp | 0 mdp |
Urbanización | 280 mdp | 0 mdp |
Construcción de vías de comunicación | 305 mdp | 0 mdp |
Industria básica del hierro y del acero | 9,056 mdp | 1 mdp |
Fabricación de productos de hierro y acero | 6,297 mdp | 3 mdp |
Vehículos | 1,242 mdp | 0 mdp |
Autopartes | 4,328 mdp | 162 mdp |
Aeroespacial | 148 mdp | 0 mdp |
Transporte aéreo | 112 mdp | 504 mdp |
Transporte por ferrocarril | 68 mdp | 253 mdp |
Transporte marítimo | 55 mdp | 138 mdp |
Autotransporte de carga | 1,003 mdp | 5,101 mdp |
Transporte terrestre de pasajeros | 2,262 mdp | 0 mdp |
Impacto en la industria
El país transitará hacia un modelo energético dinámico basado en los principios de competencia, apertura, transparencia, sustentabilidad y responsabilidad fiscal de largo plazo. La capacidad productiva e industrial de México se beneficiará al aumentar la disponibilidad de insumos energéticos de menor costo, producidos en territorio nacional. Asimismo, se fortalecerán las exportaciones de energía y se reducirá la creciente dependencia de energéticos importados.
Aumentará la competitividad del país, debido a que tanto Pemex, como la CFE emplearán sus recursos para modernizarse y asimilar tecnología de vanguardia haciendo posible, a su vez, que las pequeñas y medianas empresas reduzcan sus costos en energía. Los sectores de la industria pesada y de alta tecnología, como la siderúrgica, metalmecánica, automotriz, aeroespacial y eléctrico-electrónica, así como servicios de transporte, se verán especialmente beneficiados en sus procesos productivos. Para algunos de ellos, el costo de los insumos energéticos puede representar hasta un 25% del costo total, como es el caso del cemento y del acero. La vinculación de estos sectores con el energético se establece porque una parte importante de los costos de producción de estas empresas está asociada al uso de energía en sus procesos productivos, si se reducen los costos, aumentaría su competitividad global. Por otra parte, Pemex y CFE forman parte de una cadena de proveeduría, en la cual reciben importantes insumos de otras industrias, especialmente de las industrias pesadas y de alta tecnología.
Generación, transmisión y suministro
El contenido nacional en la generación, transmisión y suministro de energía eléctrica es de 88.9 y 41.3% del valor de su producción. Debido a que son insumos nacionales tienen una importante capacidad de arrastre para el resto de la economía; a su vez el 63.8% de su producción son insumos para otros sectores económicos domésticos. También existe una dependencia importante de la economía en este sector, pues para que todas las ramas crezcan en una unidad, es necesario que éste lo haga en 7.23 unidades.
Marco legal
Un nuevo modelo energético demanda un marco legal adecuado. En el anterior, las actividades de exploración, extracción y refinación de hidrocarburos, petroquímica básica, así como las actividades de transmisión, distribución y comercialización de energía eléctrica, se encontraban reservadas de forma exclusiva al Estado. Si bien en la ley se permitía la participación de particulares en la generación eléctrica, ésta se encontraba limitada a la capacidad de contratación por parte de la CFE; otras modalidades como autoabastecimiento, cogeneración y exportación también estaban limitadas.
Reforma Energética Constitucional:
Permite la participación de inversión privada en hidrocarburos y electricidad, para elevar la producción de energéticos a nivel nacional, generar mayor riqueza y aumentar el número de empleos productivos en el país.
Establece la obligación de prever en la ley, porcentajes de contenido nacional en el suministro, para que en las asignaciones y contratos que se otorguen a las empresas públicas y privadas se fomente la industria nacional. En materia de hidrocarburos, la reforma garantiza una demanda para empresas nacionales al promover que, en un inicio, el promedio de contenido nacional
solicitado en las asignaciones y contratos de exploración y extracción sea al menos de 25%; y en la siguiente década un porcentaje promedio de 35% de contenido nacional.
La expansión de las industrias petrolera y eléctrica generará empleos directos e impulsará a otras industrias; promoverá la creación de empleos indirectos y acelerará el desarrollo económico a nivel regional y nacional.
Legislación secundaria:
Se adecua la Ley de Inversión Extranjera con un doble propósito: (i) reflejar en la ley el nuevo marco constitucional, en lo que se refiere a las áreas estratégicas y (ii) fomentar la participación de la inversión nacional y extranjera en actividades relacionadas con la industria energética.
Se propone establecer un promedio mínimo de contenido nacional de 35% para el conjunto de las asignaciones y contratos de exploración y extracción de hidrocarburos (no aplicará para proyectos de aguas profundas y ultra profundas que recibirán un tratamiento diferente).
El porcentaje se alcanzará gradualmente –a más tardar en 2025–, con el objeto de desarrollar proveedores y cadenas productivas; asimismo, en los contratos relativos al servicio público de transmisión y distribución de energía eléctrica también se establecerá un porcentaje mínimo de contenido nacional.
Se propone establecer reglas para dar preferencia a nacionales cuando ofrezcan condiciones similares en precios, calidad y entrega oportuna para la adquisición de bienes y la contratación de servicios y obras, así como la contratación y capacitación de personal.
Se prevé la creación de un Fideicomiso Público para Promover el Desarrollo de Proveedores y Contratistas Nacionales de la Industria Energética, el cual promoverá el desarrollo de proveedores a través de financiamiento y apoyos para programas de capacitación, investigación y certificación.
La Secretaría de Economía en la reforma energética
En el marco de la reforma energética, la Secretaría de Economía tiene nuevas responsabilidades: Desarrollará la metodología para medir el contenido nacional en las cadenas de valor del sector; impulsará la creación de nuevas capacidades productivas y la existencia de un mayor número de proveedores nacionales; dará seguimiento a las estrategias para el fomento industrial y de la inversión directa en la industria; elaborará y publicará un informe sobre los avances de las mismas, y por último verificará el cumplimiento de las metas de grado de contenido nacional establecidas en las asignaciones y contratos.
Más allá de los datos específicos y las prospectivas, el nuevo modelo tendrá un gran impacto en el perfil de la competitividad de la industria nacional, modelará un nuevo rostro de la economía y generará un estadio tecnológico más sofisticado, de mayor valor agregado y sustentable.
Texto:María Verónica Orendain de los Santos
Foto: EUGEN,EDS,OIL AND GAS,TRADECO INDUSTRIAL,PANORAMIO,PEMEX,SENER