Las oficinas Clase A, debido a sus características de construcción, ofrecen mayor seguridad para inquilinos por tratarse de la Ciudad de México, que es una zona altamente sísmica. Ante ello, los inquilinos de edificios corporativos clase B y C afectados por el temblor del 19 de septiembre se encuentran en busca de la primera opción para establecerse, sin embargo, deben enfrentar un ajuste de precios, afirmó un análisis de la firma Solili.