Carlos Gill Ramírez, presidente de Grupo Corimón, corporación venezolana de químicos que cotiza en la Bolsa de Valores de Caracas, quién había comprado el paquete un Ferroviaria Oriental, una sociedad boliviana, y que meses después adquirió la red Luksic perteneciente a la Ferroviaria Andina, además de la compra de Bridgestone Firestone Venezuela, volteó al Real Estate español.