El sector inmobiliario verá un boom en materia habitacional, parques logísticos y espacios de oficinas, debido a la reforma energética.
Importantes ciudades petroleras en el mundo se han visto beneficiadas con nueva infraestructura inmobiliaria a partir del efecto que los negocios energéticos han creado, tal es el caso de Houston, Texas, en Estados Unidos; Aberdeen, Escocia, en el Reino Unido o Shanghái, en China; donde nuevas inversiones o tecnologías han registrado impactos en la evolución inmobiliaria, observadas desde la perspectiva industrial, corporativa, comercial e incluso residencial. Un ejemplo es Houston, una de las cinco ciudades en el estado texano, que se integró a las 10 entidades de mayor crecimiento en Estados Unidos entre 2011 y 2012. El auge petrolero y de gas, hicieron que Texas se transformara en un gigante económico, al tiempo que Houston –una de las capitales de la energía– presentara crecimiento en tecnología, manufactura y servicios financieros.
Sin embargo, en México, debido a la sofisticación en la operación de las multinacionales ligadas directamente al sector petrolero, gasero o energético, resulta complicado medir su efecto real en los rubros corporativo, industrial y hotelero; pues mucha de la dinámica de las multinacionales se basa en la eficiencia operativa con que hoy se dirigen las actividades vinculadas con el ámbito energético.
No obstante, conforme a la visión del broker inmobiliario DTZ, desde hace un par de años grandes jugadores comenzaron a evaluar la modificación de sus plantillas locales y demandas de espacio, en función de las repercusiones de la reciente reforma energética aprobada en el país. En este sentido, algunos especialistas señalan que la demanda estimada de espacios, sólo en el rubro corporativo, llegó a representar más del 10% de la participación, compitiendo seriamente con el peso que hoy día tienen en la absorción de espacios empresas del sector manufactura, financiero y telecomunicaciones; así como el mismo gobierno, ente clave de la dinámica inmobiliaria en las principales ciudades del país. Asimismo, resulta innegable que las oportunidades de crecimiento inmobiliario, además de la Ciudad de México (que por mucho continúa como el mercado de oficinas más grande del país), se centran en Guadalajara y Monterrey, respectivamente, con más del 80% del inventario disponible total.
Zonas petroleras, inversión tangible
Los más de 50,000 millones de dólares (mdd) que se prevé sean invertidos, a raíz de la reforma, producirán un efecto evidente en estados como Campeche, Tabasco y Veracruz donde se verán favorecidos tanto el mercado de hotelería, como el de equipamiento industrial. Desde el 2013, Fibra Inn y FibraHotel dos de los Fideicomisos de Inversión y Bienes Raíces (Fibra) especializados en hotelería, empezaron la consolidación de adquisiciones e incluso nuevas construcciones por la propia recuperación turística y la que depara el sector energético.
Existen aproximaciones que indican que la reforma dejará una absorción de 150,000 m2 de demanda de espacios corporativos para los próximos cinco años y aunque es difícil tener un número detallado, no se debe dejar de lado que la inversión de las firmas, directamente involucradas, se complementa con la operación de los proveedores, tal y como ha ocurrido en tiempos recientes con el sector automotriz.
Por otra parte, el reciclaje e incorporación de nuevo inventario alimentará, además de las regiones petroleras donde opera Petróleos Mexicanos (Pemex), entidades como Mérida y las áreas susceptibles de adjudicarse a través de asignaciones para Pemex en la Ronda Cero. Basta mencionar que en ciudades como Veracruz y Villahermosa, con amplia vocación energética, operan firmas como Grupo Petrogas, Química Apolo, Honeywell, Oil State y Bosch entre otras, que utilizan el inventario local integrado por proyectos como Corporativo Río LF, Corporativo DG, Fraccionamiento las Américas y el Veracruz Business Center, por mencionar algunos.
Y esto no es todo, el boom petrolero hizo real la inyección de 15,000 mdp para la edificación de seis hoteles, 11 complejos de viviendas y cuatro torres empresariales, en el estado de Tabasco. Infraestructura emanada de la previsible llegada de firmas como Shell, Exxon o Chevron, que en la capital, Villahermosa, han complementado el mercado residencial de lujo a través de proyectos como Haciendas Residencial & Club Deportivo y el centro comercial Villa Altabrisa. Ante este contexto, el mercado inmobiliario, ampliamente fragmentado, demanda la presencia de
participantes globales que atiendan la demanda de firmas especializadas; como en su momento lo requirió el sector aeroespacial y pronto lo necesitará también la industria turística, con productos de una mayor sofisticación, la cual va más allá de la ubicación de los terrenos.
Los servicios inmobiliarios atraviesan por una etapa inmejorable en oportunidades de expansión y México ha retomado el brío e impacto para liderar la operación en la región de América Latina.
Texto:Guillermo Sepúlveda y Emile Sarraf
Foto:TRADE ARABIA,CR,HACIENDAS TABASCO