El mundo está conectado y los dispositivos móviles juegan, cada vez más, un papel preponderante.
Cisco informó que en 2012, por primera vez el número de dispositivos “inteligentes” conectados superó el número de personas en el planeta. La compañía dedicada a consultoría en redes y equipos de telecomunicaciones predice que para 2016 habrá más de 10,000 millones de estos artefactos en el mundo. Por su parte, la consultora Gartner destaca que para 2020, habrá más de 30,000 millones de dispositivos y objetos cotidianos; entre ellos, aires acondicionados, refrigeradores y televisiones conectados a internet.
Ante tal escenario, la automatización de edificios, hogares y oficinas está a un clic de distancia, pues diversas empresas e instituciones gubernamentales han implementado sistemas tecnológicos para controlar, monitorear y administrar el clima, la energía, la iluminación y la seguridad, entre otros aspectos relevantes en sus inmuebles; lo anterior, bajo el reto de que los sistemas se comuniquen a través de diversos protocolos, se conecten y converjan entre sí para lograr una mayor eficiencia energética y reducir costos de operación.
Durante la última década, se ha dado una importante revolución inalámbrica en la industria inmobiliaria con la automatización de edificios, ya que sus usuarios utilizan esta tecnología para conectarse entre sí mediante una amplia gama de aplicaciones y redes informáticas a través de computadoras de escritorio, laptops, tabletas y teléfonos inteligentes.
Sistemas de automatización en edificios
La comunicación inalámbrica ha transformado la administración de instalaciones, ya que permite el funcionamiento confiable de Sistemas de Automatización de Edificios (BAS, por sus siglas en inglés), en donde las soluciones más solicitadas son las de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC, por sus siglas en inglés) y otros componentes equipados con tecnología de Control Digital Directo (DDC), la cual permite el control centralizado e interoperabilidad de los sistemas del edificio.
La tecnología inalámbrica BAS es el eslabón inicial que permite la comunicación con componentes como Bluetooth y Wi-Fi, mismos que son fundamentales en los nuevos desarrollos inmobiliarios. Mediante el uso de estos estándares de la industria, la más avanzada tecnología BAS permite una supervisión inalámbrica, segura y confiable, así como control sobre los sistemas de construcción que existen en la actualidad y los que serán desarrollados en el futuro.
La confiabilidad de estos proyectos es particularmente importante en ambientes como los edificios de hospitales, donde la tecnología de malla auto reparable mantiene abiertos los enlaces de comunicación inalámbrica, gracias a una característica que automáticamente dirige las señales alrededor de cualquier obstrucción.
Esta tecnología ofrece una clara ventaja en comparación con las aplicaciones alámbricas convencionales, que presentan fallas en forma permanente o intermitente cuando se cortan, dañan o desconectan los cables.
Adicionalmente, los avances en esta tecnología han mejorado la eficacia y confiabilidad de las soluciones BAS inalámbricas, mejoras como la reducción en el consumo de energía; el uso de ruteadores de alto rendimiento puede duplicar el rango de alcance de los equipos, además simplifica la instalación, reduce los costos de operación y elimina la necesidad de instalar repetidores para extender la señal en todo el edificio.
Ventajas de los controles inalámbricos
Las soluciones inalámbricas BAS son flexibles, de instalación más rápida y menos costosa que las aplicaciones alámbricas convencionales, ofreciendo mayor confiabilidad y rendimiento en comparación con otras alternativas.
Finalización del proyecto en tiempo y presupuesto
La tecnología inalámbrica simplifica significativamente los proyectos de control de edificios, tanto en los nuevos como en los ya existentes. Adicionalmente, el tiempo y los gastos necesarios para diseñar, calcular y administrar las tareas de comunicación se reducen. Los sensores de zona, controles y otros equipos se pueden instalar de forma rápida y eficiente sin penetrar en las estructuras del edificio, debido a que el hardware se puede “conectar” directamente a la pared o el techo; es decir, se pueden colocar casi en cualquier lugar que se necesiten y ser fácilmente trasladados para mejorar la recopilación de datos y el confort de los ocupantes.
El costo de colocar y reubicar sensores es mucho menor en una solución inalámbrica, ya que, toma alrededor de 90 minutos –por zona– reubicar los sensores convencionales, en comparación con menos de 15 minutos para los inalámbricos.
Se reduce significativamente el costo del proyecto de construcción tanto en diseño como en ingeniería. La instalación se realiza de manera rápida y sin problemas, contribuyendo a la realización de proyectos a tiempo y dentro del presupuesto.
Los costos de material y mano de obra se reducen debido a que el proceso de establecer un enlace de comunicaciones BAS se simplifica dramáticamente, mientras que los diseñadores no están “atados por cables” cuando se trata de colocar sensores de zona y otros componentes del sistema.
Resolución de problemas
Durante la fase de diseño de los edificios, es casi imposible saber exactamente dónde deben colocarse los sensores en una zona específica, ya sea una habitación u oficina, porque el desarrollador no siempre sabe dónde se colocarán los equipos de trabajo o domésticos que requieren de una conexión a red.
Ante lo anterior, resolver contratiempos es más fácil mediante una solución inalámbrica, ya que no existen cables comprometidos, escondidos detrás de las paredes o malas conexiones. Esto se traduce en importantes ahorros de tiempo pues una red inalámbrica –de malla–, ofrece varias rutas de datos para mantener el sistema en funcionamiento de manera confiable.
Por ejemplo, la eficiencia de un sensor HVAC o termostato puede verse afectada si se coloca cerca de un monitor, fotocopiadora u otro equipo que genere calor. Esto puede hacer que el sistema de aire acondicionado enfríe demasiado, lo que afecta la comodidad de los ocupantes y desperdicia energía. Sin embargo, cambiar de lugar los sensores es fácil y económico debido a que su posición no está limitada por cables.
El rápido crecimiento en el uso de la tecnología inalámbrica en el entorno social, combinado con las significativas mejoras en rendimiento y fiabilidad, han convertido a éste en el momento ideal para que los desarrolladores inmobiliarios consideren las ventajas de implementar una solución inalámbrica, tanto para las nuevas construcciones, como para los edificios existentes.
De esta manera, al automatizar los edificios con soluciones inalámbricas, los arquitectos y diseñadores pueden hacer un mejor trabajo para mejorar el confort, reducir el consumo de energía y los costos de operación; además, los desarrolladores disminuyen su huella ambiental.
**Jaime Jiménez es vicepresidente del sector HVAC & Transport de Ingersoll Rand en México a cargo de las empresas Thermo King y Trane.
Texto:Jaime Jiménez **
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