La inversión inmobiliaria —más que una apuesta por México—, es una necesidad para crear ciudades más modernas.
Cualquier gobernante —sin importar su ideología— debe dimensionar una inversión como la del presente sexenio que a la fecha supera los 36,000 millones de dólares entre las diversas empresas que agrupan a la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI).
La importancia de esta Asociación radica en que genera miles de empleos temporales y permanentes, lo que impulsa 48 ramas de la industria, incluyendo al sector financiero, que generan y pagan impuestos locales y federales, que está regulada por la oferta y la demanda, así como por las condiciones económicas y financieras.
Sería ilógico y contraproducente no apoyarla a corto, mediano y largo plazo.
Los desarrolladores serios y comprometidos que formamos parte de la ADI (26 años), hemos estado invirtiendo tanto en épocas de bonanza como de crisis, con diferentes gobiernos e ideologías.
Por eso creo que es importante trabajar en conjunto, entre iniciativa privada (desarrolladores) y autoridades, a través de una estrategia y un solo estudio urbano y de movilidad para que la aplicación de recursos aportados para mitigaciones se aplique en las mismas zonas donde se generen.
Carso Periférico cuenta con un área de construcción de 42,690 m².
Alfonso SalemPresidente y Director General de Inmuebles Carso.
Visión de ciudad
Las principales ciudades del país, en específico la Ciudad de México (CDMX) que es la que mejor conocemos, está viviendo una gran transformación inmobiliaria no solo por el desarrollo de nuevos proyectos, sino también por la reconversión y transformación de viejas zonas industriales o con gran potencial de reordenación, aumentando la calidad de vida de las personas al reducir el tiempo y transporte.
Por citar un ejemplo, en la reconversión de la zona industrial de la colonia Ampliación Granada, se ha creado una nueva opción para vivir, trabajar, entretenerse y con vocación comercial, en vecindad con uno de los barrios más tradicionales, como lo es Polanco.
Otros ejemplos son algunos de los nuevos polos de desarrollo, como la colonia Doctores colindando con Reforma; al igual que otras como la Juárez, Vallejo, Atlampa, Pensil, Nuevo Polanco, o la gran transformación del Oriente de la CDMX con el desarrollo del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAICM) y la reconversión del ya existente. Todo esto abre una serie de oportunidades para modernizar y transformar toda la Zona Metropolitana del Valle de México y elevar el nivel socio económico de la misma.
Nosotros, en Inmuebles Carso, hemos empezado a crear el tipo de desarrollos inmobiliarios donde las personas con menores recursos puedan vivir cerca de su zona de trabajo, para que en lugar de trasladarse durante dos horas en cada recorrido puedan vivir a 15 o 20 minutos de su trabajo.
Lo ideal es poner en todas estas zonas, como en las ciudades más importantes del mundo, más densidad en altura y ofrecer precios —tanto de venta como de renta— adecuados a este nicho de mercado, como lo hemos hecho en el Mexipuerto Cuatro Caminos, en donde se construyeron 165 departamentos en renta a 2.8 kilómetros del desarrollo de Nuevo Polanco, que han cambiado la vida a las personas que ahí viven. Este es el mejor plan de movilidad que se puede lograr.
Torre Moliere. Incarso ha desarrollado 10,089,441 m² de construcción en 92 proyectos.
Plaza Tlalne Fashion Mall.
Las inversiones en este tipo de desarrollos inmobiliarios no son de corto plazo, por lo que se tiene que estar en constante comunicación con las autoridades correspondientes para que se instrumente una planeación adecuada.
Todo esto no es invención de los desarrolladores, es una demanda de la población. Se siguen edificando departamentos en las diversas zonas porque la gente necesita y quiere vivir en esos espacios.
Hay demanda importante de espacios de usos mixtos para satisfacer necesidades de vivienda, oficinas, cultura y esparcimiento, pero hay que abrirlas a todos los segmentos de la población y por eso hay que hacerlos en las zonas donde hay servicios.
Texto Alfonso Salem
Foto: GRUPO CARSO
