Desde el inicio del periodo de transición con el Gobierno Federal, el sector desarrollador de vivienda ha tenido un acercamiento para trabajar en conjunto, pero se requiere un marco de planeación para brindar certidumbre y certeza al sector, que es el segundo pilar de la economía en México.
Real Estate Market & Lifestyle (REM): ¿Cuál es el balance del sector en 2018 y las perspectivas para el presente año con el nuevo gobierno?
Carlos Guillermo Medina Rodríguez (CMR)/ presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi): 2018 fue un año positivo en el sentido en que hubo un crecimiento importante en la vivienda media y residencial. En vivienda social, el segmento ha sido el más complicado desde 2017 y 2018, ya que veníamos con una tendencia a la baja.
Los segmentos de vivienda media y residencial pertenecen a un tema de libre mercado que se autorregula y que había presentado una demanda en diversas entidades, sobre todo en ciudades que tenían un crecimiento muy importante. En cambio, en vivienda social —que manejamos a través de Infonavit y Fovissste— con los encarecimientos de insumos y materiales de construcción, el crecimiento que tienen ellos año con año va pegado a la Unidad de Medida y Actualización (UMA) o a la inflación de la canasta básica, su incremento era poco en comparación de los incrementos de los insumos de los materiales.
Por otro lado, el programa que se llamaba Soluciones Habitacionales a la Vivienda Nueva que había sido un factor elemental durante los últimos 15 años, que llegó a contar con recursos durante 2014-2015 de hasta 14,500 millones de pesos (mdp), permitió que millones de mexicanos pudieran tener una vivienda. Este capital semilla ha apoyado para dar un enganche y obtener una vivienda con servicios, cerca de las ciudades, con instalaciones de infraestructura, vialidades, drenaje y luz.
Sin embargo, en los últimos dos años bajó hasta 6,500 y 6,800 millones en 2017 y 2018, respectivamente, por lo que ha sido más complicado brindar vivienda a los que hoy reciben este apoyo, que son los que ganan 2.8 UMAs o unos 7,000 pesos al mes. Ante ello, tuvimos que hacer modificaciones a las reglas de operación para buscar cómo redistribuir.
Como Cámara, estamos obligados por ley a participar en los Consejos de los tres niveles de gobierno: en municipios, estados y la Federación para poder satisfacer el rezago de 9 millones de viviendas, a las que se suman más de 650,000 nuevos matrimonios al año.
Además, enfrentamos una demanda histórica porque el bono demográfico que viene en los próximos 10 años. En 2018, el subsidio fue insuficiente porque se agotó en octubre y a partir de noviembre y diciembre ningún mexicano pudo obtener este apoyo y se quedaron en lista de espera para utilizarlo iniciado el nuevo gobierno.
Desde el primer contacto que tuvimos con el nuevo gobierno, hubo una apertura de manera muy estrecha, en el que nuestra propuesta como Cámara fue que se invirtieran 12,000 mdp de subsidio —una cifra nada fuera de lo común—, para impactar a 200,000 familias mexicanas. Pero como conocen, el anuncio del presupuesto fue que vino en ceros el Programa de Soluciones Habitacionales para la Vivienda Nueva. Esto significa un impacto para todo el sector vivienda.
Ante este anuncio, el sector hoy está frenado, aunque continua haciendo vivienda con un inventario de prácticamente 90,000-100,000 viviendas según el Registro Único de Vivienda (RUV) para que se puedan entregar si hay recurso.
Sin embargo, nos comentan que hay en el presupuesto una línea de vivienda social por 1,300 mdp, —aunque el programa no se llama como antes— el cual se va a distribuir entre diversos programas. Apenas en enero la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) anunció que destinaba 400 mdp para este rubro, pero es un recurso muy pequeño, aunque nos muestra que el subsidio no ha muerto.
Por su parte, en Infonavit trabajan fuerte para ver cómo apoyan y se aumenta la capacidad de compra y llegar a más mexicanos. El sector vivienda se mueve con certeza, por lo que necesitamos tener conocimiento de lo que se va a contar para practicarlo, ya que el sector social se halla semiparalizado. Calculamos que ese recurso durará un mes, porque como mencionamos, hay un rezago de casi tres meses sin subsidio. En cuanto al tema de la vivienda media y residencial, ésta va muy amarrada a la demanda y a la confianza para adquirirla.
REM: ¿Cuálfue la producción total que tuvieron el año pasado y qué crecimiento tuvo respecto a 2017?
CMR: Calculamos que en vivienda social en los últimos dos años, Infonavit reporta que se llegó a 80% de la meta. Estaríamos hablando de unas 20,000 a 30,000 viviendas sociales menos entre 2017 y 2018 aproximadamente. Infonavit otorga alrededor de 365,000 créditos al año, no todos de vivienda nueva, ya que hay vivienda usada y otros esquemas; Fovissste ofrece aproximadamente entre 50,000 a 60,000 viviendas. Donde no tenemos el gasto tan claro es en la banca porque son números privados, pero calculamos que se vienen comercializando alrededor de 500,000 viviendas por año. En Infonavit —en términos reales de recursos—, presentó un superávit de alrededor de 5 a 6%, pero en el tema de vivienda social sí fue aproximadamente 20% por debajo.
REM: ¿Qué cambios anticipan en términos de la política de vivienda?
CMR: Durante 2019 trabajaremos durante seis meses para tenerlas listas y contar con una transición de seis meses antes de aplicar las reglas en 2020. En polígonos de contención, creemos que hay que hacer modificaciones para que se aplique mejor en ciudades compactas, rentables y cercanas. Otro de los temas es si los 15 años de trabajo con el esquema del subsidio se mantendrá vigente. Además, creo que Infonavit será uno de los organismos con los que se alcanzará mayor capacidad de compra.
REM: Hemos visto cómo las desarrolladoras que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) se han movido mucho más al segmento de vivienda media para mantener su crecimiento.
CMR: Así ha sido. Pero muchas otras, que son las pequeñas empresas, han sido las más afectadas porque se manejan de manera local en los estados; se dedican mucho más a la vivienda social. Si nos vamos a los estados, al sur y sureste, la demanda de vivienda social supera el 66 al 68%. Es ahí donde mayor impacto puede tener. En entidades donde el nivel salarial es bajo, donde la economía no es tan fuerte, y donde más apoyo se necesita, quizás resentirán el efecto de una baja en la social.
REM: ¿Cuál sería el llamado para Conavi e Infonavit para implementar más oportunidades?
CMR: Tenemos muy buena comunicación con Sedatu, Conavi e Infonavit. Pronto tendremos Consejo Directivo donde estarán participando estas dependencias. Hay una comunicación, pero también haríamos un llamado a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para que consiga partidas especiales y apoyar el récord del subsidio. El presupuesto no contemplan esta partida que es una parte importante.
No estamos hablando solamente de los desarrolladores, sino de los trabajadores que se quedan sin vivienda. También son las personas del sector que se quedan sin empleo, porque como dato inmediato por no incitar más vivienda, genera despidos y genera un freno a la economía y el empleo que veníamos ofreciendo.
Pedimos que Hacienda considere algunas reasignación de partidas para tener recursos; calculamos que al menos 90,000 viviendas podrían llegar a los solicitantes que ya están esperándolas, además de mayor certeza y certidumbre.
Es una industria que requiere mucho tiempo y por lo tanto, nos conduce a la brevedad de todos los lineamientos que tiene. Eso es lo que hemos pedido y es el planteamiento que hemos hecho. Además, de que cuenten con la Cámara para sumar vivienda.
REM: Sedatu anunció 400 mdp para subsidios ¿aproximadamente para cuántos alcanzarían?
CMR: Es diferente el subsidio promedio que demanda una ciudad o un estado con una economía fuerte o con un nivel salarial alto, como pueden ser Jalisco, Nuevo León o Querétaro, a diferencia de los estados del sureste. El promedio de subsidio es de aproximadamente de entre 56,000 a 62,000 pesos, pero va hasta 72,000 pesos, aunque tuvimos un esquema de hasta 100,000 pesos para los que no cubran los dos salarios.
Si lo vemos en números cerrados, serían aproximadamente 7,000 viviendas, pero estaremos solicitando claridad para contar con el apoyo del gobierno para mantener con fortaleza al motor económico y social de México, que es la vivienda.
Texto Real Estate Market & Lifestyle
Foto: TAX | Alberto Kalach | Fotografía- Jaime Navarro / Canadevi Nacional / ARQUINE / proelinmuebles / San Jerónimo