Real Estate Market & Lifestyle (REM) entrevistó a Roberto Kelleher Vales (RKV), director general de Inmobilia, quien compartió su experiencia y visión del desarrollo de Yucatán, de Mérida en particular, un lugar donde muchas personas llegan a hacer realidad sus sueños y está próxima a convertirse en una nueva metrópoli del país.
REM: ¿Cómo era Mérida en 2005 y cuál fue su visión en aquella época para transformarla?
RKV: La ciudad de Mérida siempre ha sido uno de los mejores lugares para vivir. De eso no hay duda alguna. Pocas regiones lo tienen todo, geográfica y urbanísticamente hablando.
Puedes estar en la selva maya, en una ciudad colonial, una zona arqueológica, en una capital desarrollada y moderna, y en la playa, todo durante el mismo día.
Sin embargo, entre 2005 y 2010, Mérida se encontraba tal y como un lienzo en blanco, lista para encaminarse hacia lo que otras ciudades ya tenían: Desarrollos inmobiliarios de primer nivel y comunidades planeadas.
Esto encajó de manera ideal con la forma de operar de Inmobilia, que es ver oportunidades de negocio donde los demás no las ven. Así es como nos anticipamos a la gran explosión demográfica que llegó en la siguiente década, pues supimos que muchos de los que llegarían sería esperando un estilo de vida que, desafortunadamente, Mérida todavía no podía ofrecer.
Por esa razón, desarrollamos comunidades como el mundialmente reconocido Yucatán Country Club, nuestro primer gran estandarte. La primera comunidad planeada en el Sureste de México que marcó un destino para Mérida como opción de vida de alto nivel.
REM: ¿Cuáles han sido sus principales aportaciones en la evolución de la ciudad de Mérida?
RKV: Como creadores de comunidades y desarrolladores de bienes raíces premium, importamos e implementamos estos rubros en el sureste. Antes de la entrada de Inmobilia, existían pocas empresas como la nuestra, casi todas eran familiares o despachos que hacían pequeños proyectos.
Tuvimos el compromiso de crear grandes proyectos que Mérida no había visto nunca, y el mercado reconoció esa visión y entrega.
Con la conformación del primer gran corporativo de bienes raíces, Mérida entró a su actual etapa de desarrollo. De hecho, Inmobilia realizó, con las Torres Residenciales de Anthea —en el Yucatán Country Club—, el primer proyecto vertical de departamentos de lujo en la ciudad. Hoy en día, puedes encontrar muchos desarrollos residenciales verticales en el norte y nos hace sentir orgullo por haber creado una industria de desarrollo que no existía en esta ciudad. De esta manera, al realizar proyectos de gran envergadura, promovemos el crecimiento ordenado de la ciudad y su bienestar económico y social.
Pasar de ser los únicos a un mercado competitivo en la actualidad, nos ha dado la oportunidad de afinar nuestro expertise. Y ni se diga en lo que hemos aportado en lo económico, porque nuestras inversiones han determinado en muchas ocasiones el rumbo que toma Yucatán, en coordinación con acciones del gobierno estatal y federal.
REM: ¿Cómo considera que el desarrollo inmobiliario ha contribuido de manera destacada al desarrollo económico de la ciudad y el estado?
RKV: La ciudad se ha transformado para bien con la llegada del impulso inmobiliario, porque se ha hecho de forma conjunta con los diferentes niveles de gobierno, y con sus alcances y planes a mediano plazo, como el ‘Programa Municipal de Desarrollo Urbano Visión 2040’ y otros programas estatales.
En Mérida, nuestros desarrollos le dieron un extra a la tierra donde se asentaron, transformamos horizontes y convertimos áreas en desuso, o sin desarrollo, en panoramas de ensueño. No solo queremos que evolucionen dichas comunidades, sino también el valor intrínseco y extrínseco de ellas, de manera que un proyecto se aprecie con el paso del tiempo.
Cuando haces un proyecto —en especial los que tienen un impacto mayor a un solo espacio urbano— tienes que tomar en cuenta que va a hacer uso de servicios de la ciudad, y si no existen, hay que desarrollarlos, ya sea por cuenta propia o en coordinación con el sector público.
Además, al construir oferta residencial, por ejemplo, como respuesta a un flujo de inmigración, ayudas a que la derrama económica de estas personas recaiga en el mismo estado, haciendo un círculo virtuoso.
Finalmente, el desarrollo de otros rubros, como comercial, industrial, mixto o corporativo, atrae dinero de ‘fuera’, tanto nacional como internacional, lo que hace que la región crezca como muy pocos otros lugares en el país, y el aumento del PIB y de las cifras de inversión directa lo comprueban.
Las cualidades de Mérida la ayudan a ser el top of mind cuando gente de todo el mundo piensa en venir a visitar México.aaa
REM: ¿La ciudad de Mérida es hoy lo que usted se imaginó hace 16 años?
RKV: Mejor. A pesar de que todavía hay muchas cosas que hacer, mucha tarea para el sector público y privado, Mérida se ha posicionado como la capital del Sureste. Un lugar donde muchas personas vienen a hacer realidad sus sueños y a establecer sus familias a largo plazo.
El hecho de que Mérida sea una ciudad inclusiva, moderna, próspera y más que nada hermosa, la ayuda a ser el top of mind cuando la gente, a nivel mundial, piensa en venir a visitar México.
Proyectos como el Tren Maya, la ampliación del Puerto de Altura, la infraestructura carretera y el desarrollo de zonas como Hunucmá para el rubro industrial, ayudarán a que se consolide la ciudad como una verdadera metrópoli en el país.
REM: Basado en su experiencia, ¿qué considera se está haciendo bien en la ciudad, y qué se debe corregir?
RKV: Las obras públicas están funcionando muy bien para ordenar una ciudad que crece a pasos agigantados día con día. Las regulaciones, además, son muy sensatas para resolver problemas antes de que inicien. Quizá queda la necesidad de atender aún más el problema de transporte público en la ciudad, que, si bien ya se está modernizando con los programas del reciente anuncio, sigue siendo un problema para quien se muda a Mérida, y hace falta para dar ese paso final de traer la ciudad al verdadero estatus de gran urbe mundial que queremos.
Quisiera ver una ciudad cada vez más unificada, integral y con todo within walking distance para ofrecer una vida plena.aaa
REM: ¿Qué le hace falta a Mérida para ser una mejor ciudad? ¿Cómo le gustaría verla en el largo plazo?
RKV: Quisiera ver una Mérida cada vez más unificada e integral, llena de distritos donde el que habite ahí pueda tener todo al alcance; desde su residencia, hasta sus compras, su trabajo, su entretenimiento y la educación de sus hijos. Por ello, creamos comunidades como Vía Montejo, Yucatán Country Club y Paseo Country Downtown, donde —como residentes— tenemos a la mano todo lo que necesitamos para una vida plena.
Asimismo, quiero ver una Mérida que tenga todo within walking distance, de la mano de dichos proyectos de uso mixto. Una capital con transporte multimodal, donde la última milla esté atendida con bicicletas eléctricas, con scooters o con vehículos híbridos o eléctricos. Donde nuestros hijos no tengan que molestarse en aprender a manejar, sino que puedan vivir con tecnología que respete al medio ambiente y su mayor preocupación sea decidir dónde van a pasar su tiempo de relajación después del trabajo.
REM: Ustedes, que llevaron el concepto de comunidad a Mérida, ¿qué opinión les merece el desarrollo vertical en la ciudad? ¿Es una buena alternativa por su crecimiento?
RKV: Definitivamente. Es un hecho que Mérida no puede seguir creciendo a lo ancho, se debe verticalizar para contener el escape de las personas fuera de Periférico —una moderna vía sin paradas que delimita la ciudad de manera integral— donde existen numerosos desarrollos que no aportan nada al bien común urbano y que se hacen, en gran parte, sin planificación.
Ya llevamos un gran trecho avanzado en el tema de hacer vertical a Mérida; sin embargo, creo que un nicho que está desatendido es el de vivienda de precio medio para proveer de espacios con affordable housing a la gran cantidad de personas de contextos que no necesariamente sean de lujo, y es un área donde tanto mi empresa como algunas otras están trabajando.
Nuestra misión final es que Mérida sea un lugar para todas las culturas, nacionalidades, orígenes y contextos, donde la sociedad entera pueda habitar sin preocupaciones ni problemas.
Y lo vamos a conseguir.
Texto Roberto Kelleher, director general de inmobilia
Foto: inmobilia