El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) ofreció más detalles sobre los planes y cambios que realizará para beneficiar al desarrollo de la vivienda nacional mediante el otorgamiento de crédito hipotecario y, por su puesto, a los trabajadores en los próximos meses y años.
Carlos Martínez Velázquez, director general del Infonavit, indicó que en el manejo y saneamiento de la cartera de crédito hipotecario se han hecho avances relevantes: desde el 2021, se puso en marcha la Política de Cobranza Social, con la que se ha apoyado a más de 3 millones de familias con algún programa de reestructura o alivio financiero.
“Además, en estos años hemos visto un incremento en los pagos que realizan las familias por cuenta propia; actualmente, se captan, en promedio, 2 mil millones de pesos (mdp) al mes por este concepto. En el 2023, se ampliarán los programas para atender a aquellos trabajadores que obtuvieron su crédito en pesos en el esquema anterior a 2021.
El director del Infonavit recordó que en julio de 2022, se aprobó la Política de Cobranza Judicial, que permitirá avanzar en la recuperación de créditos por esta vía y cuya implementación iniciará en el 2023; se concentrará en buscar la mediación y la posibilidad de que el acreditado mantenga la propiedad.
De acuerdo con el documento, en el 2023 se dará atención integral de forma coordinada entre la Secretaría General y Jurídica, la Subdirección General de Gestión de Cartera y la Subdirección General de Planeación Financiera y Fiscalización a todos los créditos que tienen mensualidades atrasadas.
Dicha política “establece las bases, principios, directrices y lineamientos que permitirán a los derechohabientes beneficiarse de un esquema de cobranza judicial con carácter social y respetuoso de sus derechos… Para 2023, el Instituto regulará el tránsito automático de cobranza social a la judicial, por medio de la asignación de un agente de recuperación especializada…”.
También desarrolla un proceso licitatorio “inédito” para renovar a los despachos que brindan servicios de recuperación especializada que concluirá en el primer trimestre de 2023; se incentivarán soluciones conforme a las prioridades institucionales, ofreciendo en primera instancia soluciones para regularizar los créditos, liquidarlos o reestructurarlos.
Ello, mediante convenios administrativos o judiciales y, en caso de que ninguna de las alternativas anteriores sea aceptada por el derechohabiente acreditado, será posible demandarlos por la vía judicial para obtener la adjudicación de la vivienda a favor del Infonavit.
Retos que ve el Infonavit en el 2023
Martínez Velázquez señaló que en el 2023 los retos no serán menores, toda vez que México enfrenta una baja producción de vivienda económica, consecuencia de la inflación en los materiales de la construcción, falta de planeación urbana por parte de municipios que limitan el desarrollo y trámites engorrosos que retrasan inicios de obra.
Operativamente, el Infonavit necesita aumentar el catálogo de opciones financieras para cubrir las necesidades de los derechohabientes, lo que “implica un cambio financiero fundamental, ahora la totalidad de nuestras opciones de financiamiento contará con recursos del Infonavit al transformar algunas líneas que antes se operaban con recursos de la banca privada.
“En este sentido, se requiere que toda salida de recursos atienda a criterios de necesidad y de rentabilidad, es decir, que ayuden a las y los trabajadores con sus viviendas a la vez que generan ingresos suficientes para pagar a las y los trabajadores que no solicitan un crédito”, comentó el director.
