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Esto opina la directora de análisis económico y financiero de Banco BASE, luego de darse a conocer que el PIB de México creció 0.1% en el segundo trimestre.

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John Maynard Keynes dijo que “todos estaremos muertos en el largo plazo”, al referirse que en lugar de discutir sobre lo que pasaría después de la Gran Depresión, se deberían buscar soluciones en el corto plazo. La discusión sobre la definición de recesión, recesión técnica y recesión económica en México recuerda esa frase de Keynes.

El término recesión, de acuerdo al Buró de Investigaciones Económicas de Estados Unidos (NBER, por sus siglas en inglés), ha sido publicado miles de veces en los últimos días. Aquí la definición para quien no la haya visto: “la recesión es una caída significativa en la actividad económica, a lo largo de toda la economía, que dura más de unos cuantos meses, y es visible en el PIB real, ingreso real, desempleo, producción industrial y ventas al por mayor y al menudeo”.

Como regla de dedo a la definición del NBER se toma la “recesión técnica”, en la cual se establece que una economía se encuentra en recesión si el PIB cae durante dos trimestres consecutivos. Esta definición no forma parte del estudio formal de la macroeconomía y se dice que surgió cuando un presidente en Estados Unidos pidió por una respuesta rápida para saber si su país estaba en recesión.

En relación al ciclo económico en México, es el INEGI quien calcula los indicadores coincidente y adelantados. El último dato disponible corresponde al mes de abril. El indicador coincidente acumula ocho meses debajo del umbral de 100, que representa la tendencia de largo plazo. Al estar debajo del 100 y disminuyendo se considera que está en etapa de “disminución por debajo de su tendencia” que antes se denominaba “etapa recesiva”. El dato de abril muestra una caída, pero menos pronunciada a la de los meses anteriores.

Según los datos del Sistema de Indicadores Compuestos Coincidente y Adelantado (SICCA), que sigue la metodología clásica del NBER, para clasificar como fase recesiva se requiere que el indicador coincidente se ubique al menos seis veces consecutivas por debajo de un máximo de referencia. Al tomarse como máximo para México el dato de septiembre 2018, se encuentra que el ciclo se encuentra en fase recesiva, ya que se tienen siete meses consecutivos por debajo de ese máximo anterior. Bajo este mismo enfoque, el Indicador Adelantado se muestra estable, sin señales claras de que la actividad mejore.

Entonces, la economía mexicana se encuentra en fase recesiva, de acuerdo a los datos del SICCA, pero aún no en recesión, de acuerdo a la definición del NBER. ¿Cómo puede traducirse lo anterior al simple español? En una desaceleración que puede convertirse en recesión. Ante el deterioro en la economía muchos de los consumidores y empresas disminuyen sus gastos. Nos volvemos responsables de lo que sucede, pero nadie quisiera actuar en diferente dirección por miedo. Entonces para aumentar la demanda agregada es el gobierno quien debe gastar. A esto se le llama política keynesiana.

Por supuesto el gasto debe ser bien focalizado y dentro de parámetros establecidos para no generar mayor incertidumbre y empeorar las expectativas. Es decir, gastar lo que estaba presupuestado, cuidando no endeudarse ante las disminuciones en los ingresos tributarios.