Debido a que el Centro Histórico de la Ciudad de México (CDMX) es una zona en constante riesgo patrimonial, por prácticas ilegales cometidas durante las intervenciones en los inmuebles y sin los permisos indicados por la normatividad, el gobierno capitalino busca eliminar las construcciones irregulares totales o parciales en los edificios que ahí se ubican y establecen acciones de prevención, detección y sanción en una guía de buenas prácticas.
Por ello, la Autoridad del Centro Histórico, en coordinación con diversas instancias presentaron la Guía de Buenas Prácticas para Intervenciones en Edificios de la zona, que atiende los procesos que deben realizarse para intervenir un edificio catalogado, un edificio junto a un edificio catalogado o un edificio de Monumentos. La guía explica cada paso y distingue entre una obra mayor, menor o una colocación de marquesinas, toldos u otras adecuaciones en inmuebles.
El Centro Histórico consta de una superficie aproximada de 10 kilómetros cuadrados en 770 manzanas y más de 9 mil predios con mil 600 edificios catalogados como monumento histórico por el Instituto Nacional de Antropología e Historia; más de mil 500 por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura; y casi 3 mil por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda.
A esta situación se agrega el trabajo de la Autoridad del Centro Histórico y de otras 14 dependencias; las cuales, permitieron la identificación de 18 construcciones irregulares en la mayor zona turística de la capital; en ocho meses, las obras que pudieron identificarse están en República de Perú, República de Bolivia, Motolinia, Eje Central, Tacuba, Nicaragua, Magnolia, Allende, Colón, Emiliano Zapata, San Pablo y San Jerónimo. También en República de Argentina, República de Argentina, Carmen, Rodríguez Puebla, Uruguay y 20 de noviembre. Y de estas obras, 13 tienen seguimiento por parte de las autoridades capitalinas y cinco están en proceso sin actividad de obra.
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