Después de dos meses de suspensión de labores por la pandemia del COVID-19, General Motors de México informó que reiniciará la operación de forma paulatina en sus plantas de Motores y Transmisiones en los complejos de Ramos Arizpe, en Coahuila y de Silao, en Guanajuato. La empresa dijo que la reapertura está en línea con las disposiciones gubernamentales recientes, donde se incluye a la fabricación de equipo de transporte como actividad esencial, y tras completar la autoevaluación de seguridad sanitaria con resultado aprobatorio por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social.

GM refirió en un comunicado que las plantas de ensamble dentro de los complejos de Ramos Arizpe y Silao, tentativamente podrían iniciar operaciones a partir del viernes 22 de mayo, dependiendo de los proveedores. Asimismo, adelantó que aún se analiza el reinicio de operaciones para los complejos de manufactura de Toluca, Estado de México y San Luis Potosí.

 Un caso distinto ocurre en Puebla, un estado con alta presencia en el mapa automotriz de México, pues el gobernador Miguel Barbosa Huerta anunció en conferencia de prensa que emitirá un decreto para impedir que Volkswagen, Audi y el resto de las empresas de autopartes, retomen actividades el 1 de junio ante la emergencia que se vive en la entidad por el alza de contagios por COVID-19.

 Reiteró que en el estado no existen condiciones para la reactivación de la industria automotriz porque ésta implica retomar prácticamente la movilidad y ello generaría más contagios, de hasta 120 por día.