Después de que Aeroméxico inició el proceso de reestructura bajo el Capítulo 11 de la Ley de Bancarrota de Estados Unidos con 126 unidades en su flota, tendría solo 80 volando en su red de destinos nacionales e internacionales al finalizar el 2020, una reducción de 36.5% o 46 aviones menos. También disminuirá la operación de rutas regionales y, por tanto, de los equipos con los que opera dichas conexiones.

De esta forma favorecería el uso de los 737-800, incluyendo los 737 MAX-8, 737 MAX-9 y E-190, que permanecen en tierra y son considerados equipos de una mayor eficiencia en combustible; insumo que representa alrededor de un tercio de los costos operativos de las aerolíneas en la industria nacional.

“El Capítulo 11 permite a Aeroméxico optimizar su flota mediante el rechazo de aeronaves y/ o la renegociación de arrendamientos, así como reevaluar los compromisos futuros de entrega de aeronaves. Hay oportunidad de aumentar la densidad de asientos en el plan de negocios con un mínimo requisitos de capital, optimizando el diseño de la cabina”, mencionó la empresa en una presentación.

Además, en los aviones que permanecerán en su flota, la firma modificaría la configuración para agregar asientos. En ese sentido, aumentaría hasta 5% los asientos disponibles, para que en un avión del modelo 737-800 puedan viajar 168 pasajeros, en los MAX se agregarían seis plazas y en los Embraer 190 se transportarían hasta 103 viajeros.

Cabe mencionar que Grupo Aeroméxico llegó a un acuerdo con tenedores de sus certificados bursátiles para otorgar una espera de hasta 12 meses a la compañía y abstenerse a cobrar obligaciones financieras. En un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores, afirmó que "como parte de los acuerdos alcanzados, Aeroméxico se obligó al reconocimiento de los adeudos (...), a proporcionar la información de los avances del proceso de reestructura y convocar a asambleas de cada instrumento en forma trimestral".

La semana pasada, la aerolínea informó que obtuvo un compromiso para un financiamiento preferencial garantizado por mil millones de dólares, como parte de su proceso de reestructura financiera. El convenio será efectivo una vez que reciba el visto bueno de la Corte de Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York.