|  

Grandes diferencias se distinguen entre los géneros de la institución notarial, el notariado latino y su comparativo con el sistema anglosajón.  

3 No me gusta0

En el mundo, la institución notarial se clasifica en dos grandes géneros: el notariado latino y el notariado anglosajón. Ambos poseen características distintas que guían la manera de realizar la práctica notarial y el servicio que se ofrece a los usuarios en la vida cotidiana.

Para empezar, el notariado latino es aquel que corresponde a aquellos países que han recibido la tradición jurídica del "civil law" (la mayor parte de Europa y América Latina, entre otros) en contraposición al notariado anglosajón, que pertenece a aquellos países que heredaron la tradición jurídica del "commonlaw" (tales como Estados Unidos, Inglaterra, Australia, gran parte de Canadá, etc.)

Es importante señalar que el fin último de la institución del notariado es brindar seguridad jurídica a través de la fe pública; sin embargo, existen grandes diferencias entre las instituciones notariales de cada tradición jurídica.

En el caso de México, Latinoamérica y Europa, el notariado de tipo latino es el único capaz de cumplir a cabalidad con la misión de dotar de auténtica seguridad jurídica gracias a las siguientes características que se confieren al Notario:

1.    En el notariado de tipo latino, el Notario es un particular que, aunque coadyuva con el Estado, no es un funcionario público, por lo que no recibe ninguna remuneración a cargo del erario público federal o local, lo que se traduce en plena autonomía en su actuación y la absoluta imparcialidad en su ejercicio.

2.    El Notario funciona como un profesional del derecho que asesora jurídicamente a las partes.

3.    Los instrumentos son de la autoría del Notario, es decir, que él mismo los redacta bajo su estricta responsabilidad, tienen por tanto fuerza legal y valor probatorio pleno; además los conserva, siendo posible la reproducción de copias fieles y exactas de estos a solicitud de los interesados.

4.    En el notariado latino, el Notario coadyuva con el Estado en la recaudación de impuestos con relación a las contribuciones derivadas de los actos que se otorguen ante él.

5.    El Notario se encarga de la inscripción en los Registros Públicos, respecto de aquellos actos celebrados ante él que requieran del requisito de publicidad, como es el caso de las operaciones inmobiliarias, de los actos societarios, entre otros.

6.    Es auxiliar de la administración de justicia en asuntos no contenciosos, esto es que tiene facultad de intervenir en aquellos asuntos que aunque originalmente le correspondería conocer a un juez, la ley autoriza al notario a actuar en ellos siempre que no involucran una controversia, tales como: trámites sucesorios (aceptaciones de herencia), celebración y modificación de capitulaciones matrimoniales, liquidación de sociedades conyugales, informaciones "ad perpetuam", apeos y deslindes, entre otros.

En contraste, el notariado del sistema anglosajón tiene las siguientes características, a partir de las cuales, es fácil distinguir las sustanciales diferencias que guarda con relación al sistema notarial de nuestra tradición jurídica, así como su mínima contribución a la seguridad jurídica y a la prevención de conflictos:

1.    Su actuación se limita a dar fe de que una persona plasmó su firma y que la identificó.

2.    No se encarga de la forma y fondo de los asuntos, pues no los redacta ni tiene responsabilidad alguna sobre los mismos.

Su cargo es temporal y no se exige para la ocupación de este, formación jurídica ni ninguna otra profesional determinada, sino únicamente el pago de una contribución y la obtención de una fianza.

Por lo anterior, se considera al Notario del sistema anglosajón simplemente como un "testigo calificado". A diferencia del notariado latino, donde el Notario es forzosamente un profesional del derecho que tiene a su cargo recibir, interpretar, redactar y dar forma legal a la voluntad de los usuarios; es decir, que cuida de la forma y fondo de los asuntos de los que conoce, conservando los instrumentos en el protocolo a su cargo, a fin de reproducirlos a solicitud de los interesados.

El notariado latino es una institución que permite otorgar la certeza y seguridad jurídica que demanda la sociedad. ¡Acércate con tu notario de confianza y asesórate!

Notario 132 de la Ciudad de México.