La inversión extranjera directa (IED) disminuirá aún más el próximo año y tendrá una recuperación, por muy rápido, en el 2022, estimó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
Esto, luego de que en el 2020 los flujos mundiales de IED alcancen hasta un descenso del 40% desde los 1.6 billones de dólares del 2019, lo que los ubicará por primera vez debajo del billón de dólares desde el 2005.
El impacto de la pandemia en esta inversión fue inmediato y negativo, y las perspectivas continúan como “nefastas” con proyecciones de un mayor deterioro, indica el organismo, refiere el reporte 'El impacto de la pandemia del Covid-19 en comercio y desarrollo, la transición a una nueva normalidad'.
Añade que las circunstancias globales excepcionales como resultado de la pandemia llevaron a una demora en la implementación de proyectos de inversión. Así como en el aplazamiento de nuevos proyectos y en el agotamiento de las ganancias de las filiales extranjeras, de las que normalmente una parte importante se reinvierte en los países receptores.
Mientras se mantuvieron algunos costos fijos del funcionamiento de proyectos, se bloquearon otras inversiones de proyectos totalmente nuevos, muchas fusiones y adquisiciones se suspendieron o cancelaron temporalmente.
El número de fusiones y adquisiciones transfronterizas se redujo en un 15% en los primeros tres trimestres de 2020, en comparación con el 2019. En las economías desarrolladas, donde representan una parte significativa de la IED total, cayeron un 21 por ciento.
En las economías en desarrollo, la fuerte disminución en África (-44%) y América Latina y el Caribe (-73%) fue más que compensada por un aumento del 60% en Asia.
UNCTAD reconoce que una vacuna abre optimismo sobre el control de la pandemia en términos sanitarios, pero advierte que una vacuna viable no detendrá la propagación del daño económico que se dejará sentir en el futuro, especialmente por los más pobres y vulnerables.