Si bien es cierto que todos queremos llegar a #DiciembreConDinero la situación económica se ha vuelto complicada. El empleo se ha visto afectado con recortes, reducciones de sueldo e incluso cierre de empresas, con su falta de liquidez.

Esto ha provocado que el dinero se destine para pagar deudas e intereses, o vivir al día o incluso deber la quincena antes de tenerla, en conclusión, una descompensación que se traduce en estrés financiero. 

Según la Política Nacional de Inclusión Financiera, solamente 35% de las personas llevan un registro de sus ingresos o gastos. Un mal manejo de las finanzas, podrían provocar, desde problemas de salud, hasta problemas en las relaciones interpersonales. 

Ante ello, te decimos cómo darle un respiro a tu salud financiera:

1. Control de gastos: Realiza un registro de tu estado económico, en donde identifiques los gastos e ingresos que tienes mensualmente. 

Aplica la regla 50/20/30:

50% gastos básicos

20% ahorro

15% gastos personales

15% para inversión

Utiliza apps para la gestión de finanzas

1. Determina metas: Establece claramente lo que quieres alcanzar con tu dinero. Para esto primero deberás identificar dónde estás parado, es decir, cuál es tu ingreso mensual o anual, ver a dónde quieres llegar, en cuánto tiempo quieres lograrlo y finalmente hacer un plan de distribución del dinero.
2. Evita endeudarte: Prioriza el pago de tus deudas lo antes posible y evita contraer nuevas. En la medida de lo posible paga el total de tus tarjetas de crédito y liquida deudas con aquellos que te facilitaron algún préstamo
3. Pon a trabajar tu dinero: Invierte tu dinero y hazlo crecer. No necesitas ser un gran inversionista para sacarle provecho a tu dinero, existen instrumentos de inversión básicos, para todos aquellos que van comenzando, por ejemplo, los CETES.
4. Busca nuevas alternativas: Si tu problema es de liquidez, una buena alternativa es buscar soluciones financieras a la medida, es decir, aquellas que se acomodan tus capacidades de pago como créditos en línea o adelanto de ingresos, que vayan en función de lo que ganas.  No tengas miedo al financiamiento, no siempre es malo siempre es malo siempre y cuando lo sepas usar de forma responsable.

“La salud financiera es un estado de plenitud y tranquilidad, donde las personas logran un balance entre los ingresos y egresos, para poder afrontar cualquier imprevisto ya sea mayor o menor. Sabemos que no es tan sencillo como suena, pero hoy en día existen muchas alternativas para lograr recuperar ese balance, donde se  ofrecen préstamos personales los cuáles la gente decide cómo pagar a través de un porcentaje de sus ingresos”, señalan expertos de Bontu.