Una encuesta global reveló que un 68% de las empresas mexicanas que tienen la intención de aumentar inversiones en el 2021 lo harán para mejorar la experiencia del cliente, el bienestar de los colaboradores (64%) y el marketing (61%).
Asimismo, para mejorar la innovación de producto (58%) y las herramientas y plataformas solo digitales (57%), de acuerdo con los resultados de la última encuesta Navigator de HSBC, ‘Actualidad y futuro de los negocios’.
Así, un 60% de las empresas del país percibe que retomará los rendimientos que tenía antes de la pandemia a partir del cierre del 2021, un 26% a más tardar en el 2022 y un 14% entre el 2023 y el 2024.
Para un 51% de las 200 empresas consultadas en el país, la principal amenaza externa para su crecimiento es el resurgimiento del COVID-19, otra es la disminución de la demanda y un ambiente político incierto, con 30% cada uno.
A nivel interno, las principales amenazas que perciben las empresas en México son una posible interrupción de la cadena de suministro (15%) y la insuficiencia de capital de trabajo o flujo de efectivo (14%).
Las empresas en el país manifiestan optimismo pero también una mayor cautela respecto al año previo, mientras el 87% estimaba tener un crecimiento en sus ingresos, hoy esa proporción llega al 76%; el 33% prevé crecer un 5% o menos este 2020.
También declaran haber recurrido a estrategias para crecer o superar las amenazas mediante reducción de costos (40%), expansión de nuevos mercados (39%), mejora en la calidad de sus productos y servicios (38%) e inversión en la experiencia del cliente (36%).
E identifican que incorporar características a su operación como una mayor agilidad frente al cambio, innovación técnica, preparación para asumir riesgos, colaboración, velocidad de salida al mercado y una mentalidad inclusiva, es fundamental para mejorar su participación de mercado.
En materia de comercio, la mayoría de las empresas tiene perspectivas positivas para los siguientes dos años (88% contra el promedio global de 72%); 98% realizó cambios en su cadena de suministro y aumentó el uso de la tecnología digital.
Sus principales preocupaciones son el aumento de los costos, la distancia de sus proveedores respecto a sus negocios y clientes, que los proveedores se encuentren en países o territorios inestables o en riesgo de ser sujetos a aranceles o sanciones.