Finalmente, el Congreso estadounidense ratificó el resultado de las elecciones presidenciales de noviembre, con Joe Biden como el nuevo presidente del vecino país del norte, por lo que Donald Trump se irá de la silla presidencial con un antecedente muy negro en su historial.
Esto, tras un violento asalto al Capitolio por parte de seguidores de Trump, prolongado durante horas y que suma cuatro muertos, al momento. En este sentido, los demócratas del Comité Judicial de la Cámara de Representantes piden que se destituyan los poderes del también empresario.
Los medios internacionales reportan que Trump envió un comunicado en el que se comprometía a ‘una transición ordenada el 20 de enero’, cuando Biden llegará al poder, ‘aunque en este volvió a mostrarse totalmente en desacuerdo con el resultado de las elecciones’.
"Siempre he dicho que continuaríamos nuestra lucha para asegurar que solo se contaban los votos legales. ¡Aunque esto representa el fin del mejor primer mandato en la historia presidencial, solo es el comienzo de nuestra lucha para Hacer a Estados Unidos Grande de Nuevo!
Por su parte, los miembros del comité escribieron una carta al vicepresidente Mike Pence en la que le urgían a actuar y sacar a Trump de la presidencia, alegando que había cometido un acto de insurrección y ‘buscaba socavar’ la democracia.
Control demócrata del Senado
Según especialistas, el triunfo de los demócratas Raphael Warnock y Jon Ossoff en Georgia acaba con la incertidumbre por el control del Senado, pues el partido del presidente electo Biden ahora tiene 50 de los 100 escaños de la Cámara Alta.
Esta es una buena noticia para Biden, pues podrá impulsar sus proyectos y nominaciones sin una sistemática obstrucción de los republicanos. Pero aún enfrentará retos para impulsar algunos proyectos, como los relacionados con regulación de armas y el cambio climático.
Así, los demócratas controlarían ambas cámaras así como la Casa Blanca por primera vez desde los dos primeros años de la presidencia de Barack Obama. Entre las medidas prioritarias de Biden está una ayuda de 2,000 dólares a cada estadounidense perjudicado por las consecuencias económicas del nuevo Coronavirus.
Asimismo, elevar el salario mínimo a 15 dólares por hora en todo el país, aliviar la carga de la deuda de estudiantes y crear una ‘opción pública’ de atención médica; un viejo sueño de los demócratas que quieren ofrecer un seguro de salud más barato y respaldado.
De acuerdo con Jack Jansiewicz, gestor de portafolio de Natixis IM Solutions, una ‘oleada azul’ está de nuevo en boga y entonces el mercado consideraría un incremento en el gasto gubernamental, apoyo fiscal y una perspectiva de crecimiento más sólida en consecuencia.
Además, los sectores de las materias primas, la energía y el sector industrial se verían beneficiados; aunque el de infraestructura tendrá que esperar algunos meses. Mientras tanto, asegura Jansiewicz en un comunicado, “esto no va a ser una luz verde para un cambio masivo en la política y “la perspectiva de crecimiento deberá continuar mejorando”.