Con la intención de librar el obstáculo de la sana distancia derivado de la emergencia sanitaria del COVID-19, los abarroteros mayoristas de México incursionaron en el e-commerce y el delivery; algunas firmas pasaron de apenas ocho pedidos diarios a un 70% de participación debido al virus.
La Asociación Nacional de Abarroteros Mayoristas (ANAM) reveló que las tiendas propias que lanzaron los abarroteros pasaron de representar el 21.3% de los ingresos al 25.3% de enero a noviembre del 2020, en comparación con el mismo periodo de 2019.
De enero a noviembre, la modalidad cash & carry, que consiste en que los tenderos se surten de los locales de los abarroteros, representó 17.8% de las ventas para este canal, un retroceso frente al 35.94% de los ingresos totales que aportó en el 2019.
Por otro lado, datos de Nielsen indicaron que en el 2018, apenas el 0.02% de las ventas del comercio nacional se realizaron en tiendas en línea, impulsado por grandes exponentes que ofrecieron productos perecederos y bebidas.
Al cierre del 2020 la participación del e-commerce en la venta de abarrotes alcanzó el 7%, estimulado por el súper a domicilio que trajo la pandemia y que obligó al confinamiento, indicó El Financiero que retomó datos de esta consultora.