Hace unos días, la titular de la Secretaría de Economía (SE), Tatiana Clouthier, solicitó de manera formal el inicio de consultas con las autoridades estadounidenses para resolver un desacuerdo sobre el contenido regional para que los automóviles se comercialicen libres de aranceles.

Inicialmente, Estados Unidos insiste en un método estricto en el que México y Canadá contarían de cierta manera el origen de ciertas partes centrales, incluidos motores, transmisiones y sistemas de dirección en el cálculo general.

Sin embargo, la posición de EU sobre las reglas del tratado comercial entre Estados Unidos-México-Canadá, o T-MEC, podría empujar a los fabricantes de automóviles a abandonar la región debido a requisitos de contenido bastante complicados y costosos, acusó Luz María de la Mora, subsecretaria de Economía de Comercio Exterior de México, en una entrevista a Infobae.

Ante ello, Michel Cimpaye, portavoz del departamento de asuntos globales del Gobierno de Canadá informó a los gobiernos de Estados Unidos y México “que tiene la intención de unirse a las consultas como tercero. Seguimos trabajando con la industria en este y otros temas importantes”.

Desde julio, Bloomberg informó que México, Canadá y los fabricantes de automóviles estaban alineados contra la Administración de Biden sobre las reglas.

La medida de Canadá “será y debe interpretarse” como una posición del lado de México, dijo por su parte Flavio Volpe, presidente de la Asociación de Fabricantes de Partes Automotrices de Canadá.

La decisión de la Administración Trudeau en el desacuerdo automotriz indica de su enfoque más amplio de relación con Estados Unidos, aliado más importante de la nación.

Anteriormente, Trudeau se habría quejado con Joe Biden sobre la cancelación de un permiso por parte de Estados Unidos para un gran proyecto de oleoducto, así como el fortalecimiento de la política de adquisiciones “Buy America”.

Con información de Infobae.