Posterior a un acto que se realizó en la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, respondió con un enfático ''no'' al cuestionamiento en el sentido de si los americanos deberían preocuparse ante la posibilidad de una guerra nuclear.
Sin embargo, matizó al afirmar que las medidas que implementó Vladimir Putin en las fuerzas armadas de Rusia, ya escalaron en peligrosidad.
En posteriores declaraciones, el portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, ahondó más al potenciar el poderío nuclear del país asiático que ya entró en un ''régimen especial de servicio''.
''Seguimos analizando la orden del presidente Putin y en este momento no vemos razones para cambiar nuestros propios niveles de alerta'' y añadió que ''una guerra nuclear no puede ganarse''.
Al respecto, una fuente de la Defensa de Estados Unidos citada por CNN dijo que las palabras que usó Putin para describir el supuesto ''régimen especial de servicio''- no están en la doctrina militar rusa, pero que continúan analizando el mensaje.
¿Qué es el régimen especial?
Como se recordará, las fuerzas de disuasión de Rusia la componen las estrategias nucleares, incluidos misiles intercontinentales y fuerzas no nucleares, una defensa antimisiles, un sistema de alerta temprana y la defensa antiaérea.
Psaki descartó además imponer una ''zona de exclusión aérea'' en Ucrania para frenar los ataques rusos, como pidió ayer el presidente Volodímir Zelenski.
Contacto con OTAN
A lo largo, del día, Biden mantuvo una conversación con sus aliados en la OTAN para consolidar su postura de apoyo financiero y humanitario a Ucrania.
En la llamada participó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien reafirmó la condena de la invasión y acusó a Bielorrusia de tener un "papel habilitador" para Rusia.
En la llamada participaron el primer ministro británico, Boris Johnson; su homólogo canadiense, Justin Trudeau; el primer ministro de Italia, Mario Draghi; el japonés, Fumio Kishida; el presidente francés, Emmanuel Macron; el canciller alemán, Olaf Scholz; los presidentes de Polonia y Rumanía, Andrzej Duda y Klaus Iohannis, respectivamente; y finalmente, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Con información de Proceso y MSN