Ante las decenas de reclamos por la destrucción de la selva maya y las obras abandonadas en Quintana Roo por la nueva ruta del Tren Maya, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lejos de actuar con mesura frente a las evidencias por la destrucción de la selva, reaccionó de manera más autoritaria.
“Ojalá y recapaciten los que están pensando ponernos contra la pared (sic) que como faltan esos pequeños tramos nos van a chantajear (…) no se hagan ilusiones, porque antes no se recurriría a la expropiación pública (para) poner por delante el interés público, nosotros no, por encima del interés particular está el interés general, el interés público y nos vamos a procedimientos legales”.
En su conferencia mañanera del día de hoy, Obrador dijo que “ya puedo decir hoy que tenemos pendiente la liberación del derecho de vía, de los 1,500 kilómetros, como 30 kilómetros, como un 2%”.
Al menos más de 8.5 millones de árboles serán talados y arrancados en el tramo 5 del nuevo trazo del #TrenMaya
— Selvame del Tren (@selvamedeltren) March 31, 2022
No sólo son los árboles, son pedazos de ecosistemas destrozados. Puedes cortar un árbol con una máquina, a ver, ¡crea un árbol!#SelvameDelTren
-Texto por @gchristy65 pic.twitter.com/tfD3Dvyt2V
En redes sociales, circulan decenas de videos con las obras inconclusas en varias avenidas, con trabajos que fueron cancelados y que muestran la devastación de plantas endémicas, árboles, afectación a cenotes, fauna endémica (monos araña) y otras especies.
“La obra es inviable, y hemos presentado toda la información y las evidencias de que están cometiendo un ecocidio, no solo por la construcción del tren sino por las consecuencias que va a carrear después, pero nadie nos había escuchado, y gracias a estas figuras la sociedad y la academia están volteando a ver esta situación y se están preocupando”, destacó Roberto Rojo, un biólogo y espeleólogo avecindado en Playa del Carmen.
Agregó que de los 254,800 kilómetros cuadrados (25.4 millones de hectáreas) que había hace décadas, hoy sólo quedan 40,086 km2 (4 millones de hectáreas).
Quintana Roo es el estado con la tasa de deforestación más alta, de 2014 a 2018 perdió 1,070 hectáreas, y en los últimos 45 años la superficie de selvas y bosques se redujo 57%, según un despacho de El Economista.
De acuerdo con la Conabio, el ecosistema de selvas húmedas está conformado por especies de ceiba, olmo, caoba, ramón, lianas, palmas, epífitas y plantas trepadoras.
Al respecto, el 24 de marzo, Obrador ofreció como paliativo que en los 1,500 kilómetros del tren se sembrarán “hileras de árboles de flor, como el guayacán, el maculí, el flamboyán, en toda la ruta del tren”, pero no es aconsejable meter especies que no son del lugar.
Con información de El Economista y El Universal.