En la esquina de Hans Road en Londres, la Maison ha inaugurado Prada Caffè, con interiores verdes menta, color característico de la marca. Se accede a través de un escaparate en el mismo tono, que complementa la fachada de Harrods.
En el interior de Prada Caffè, una gran encimera de mármol, decorada con paneles texturizados en su base, marca la entrada del lugar, donde además se exhiben pasteles de la marca, presentadas como piezas de joyería.
Los pisos fueron revestidos con baldosas a cuadros en blanco y negro, un claro guiño a los pisos de la Maison de Prada en Milán, ubicada en la Galleria Vittorio Emanuele II.
Respecto a la vajilla, se seleccionó cuidadosamente y va desde porcelana japonesa en tonos azules, cerámica Celadon y hasta cristalería de vidrio soplado; la platería se grabó con la marca Prada.