El 6 de agosto de 1945 fue la primera vez que se utilizó un arma nuclear en una guerra, cuando Estados Unidos detonó una bomba atómica sobre Hiroshima, Japón, matando a decenas de miles de personas, la mayoría civiles. Tres días después, Estados Unidos estalló otra sobre Nagasaki, ocasionando la muerte de decenas de miles de vidas.
La Federación de Científicos Estadunidenses (FAS, por sus siglas en inglés) ha advertido que, en lugar de planificar el desarme nuclear, Estados que poseen armas nucleares parecen planear mantener grandes arsenales en el futuro, ya que todos continúan modernizando sus fuerzas nucleares y se muestran comprometidos a conservarlas para un futuro indefinido.
Auge de los ensayos con misiles de Corea del Norte
Los ensayos de misiles de Corea del Norte se intensificaron enormemente en 2022 y 2023, según muestran los datos de Nuclear Threat Initiative. Mientras que en 2022 se realizaron 64 pruebas con éxito (o de resultado desconocido), 2023 fue el segundo año con más actividad de los últimos diez años, con 30 ensayos, cinco de ellas de misiles intercontinentales. Precisamente el año pasado, los ensayos también causaron inquietud en la región, por ejemplo, cuando activaron alertas de emergencia en Japón en abril y mayo.
También, en 2016 y 2017 se había producido una oleada de pruebas de misiles de mayor alcance en Corea del Norte, lo que provocó reuniones entre el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En 2018 no se produjeron ensayos, pero debido a la falta de un acuerdo duradero, volvieron a iniciarse en 2019, mientras que las pruebas intercontinentales se reanudaron en 2022.