Cuando se trata de aumentar los recursos financieros, algunos caminos que destacan son: invertir y emprender. Ambas opciones tienen el potencial de generar abundancia, pero elegir entre ellas depende de factores como tus intereses, metas, tolerancia al riesgo y el tiempo que esperas para obtener resultados.
¿Qué implica emprender?
Emprender significa construir un negocio desde cero, convirtiendo una idea en una fuente de ingresos. Sin embargo, este camino está lleno de retos:
- Alta probabilidad de fracaso: Según expertos, la falta de experiencia, la competencia y los cambios en el mercado aumentan el riesgo de que un negocio no prospere.
- Inversión de tiempo y recursos: Emprender requiere dedicación total, lo que puede afectar el equilibrio entre la vida personal y profesional.
- Adaptación constante: Los emprendedores deben estar preparados para lidiar con cambios en regulaciones o preferencias de los consumidores, lo que implica ajustes continuos.
¿Qué implica invertir?
Por otro lado, invertir significa poner tu dinero a trabajar en activos como acciones, bonos o bienes raíces. Es una opción ideal para quienes disfrutan analizar mercados y gestionar activos financieros. Sin embargo, también tiene sus riesgos:
- Volatilidad del mercado: Los precios de los activos pueden fluctuar debido a factores económicos o políticos, generando incertidumbre.
- Falta de control: Como inversionista, no puedes influir directamente en las decisiones que afectan tus inversiones.
- Diversificación inefectiva: Invertir mal en sectores relacionados puede exponer tu portafolio a pérdidas significativas.
Remates hipotecarios: una opción híbrida
Entre emprender y las inversiones tradicionales, los remates hipotecarios se posicionan como una alternativa rentable y accesible, indicó el fundador de Blun.M2. Y agregó que este método permite adquirir propiedades a precios reducidos, ofreciendo ventajas como:
- Precios atractivos: Comprar inmuebles por debajo de su valor de mercado puede generar altos rendimientos.
- Diversificación del portafolio: Incorporar bienes raíces proporciona estabilidad y flujo de ingresos pasivos.
- Oportunidades de mejora: Renovar y vender propiedades permite agregar valor y aumentar las ganancias.
¿Qué opción es mejor para ti?
- Si te apasiona crear algo desde cero: Emprender puede ser tu mejor camino.
- Si prefieres generar rendimientos con menos involucramiento operativo: Invertir en activos financieros o bienes raíces es una opción sólida.
Además, diversificar tus ingresos explorando opciones como los remates hipotecarios puede ofrecer un equilibrio entre riesgo y beneficio, ayudándote a construir un portafolio financiero más sólido.