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Formar buenos hábitos financieros desde la infancia es un regalo que dura toda la vida. Enseñar a los niños a ahorrar, tomar decisiones y valorar el dinero puede marcar la diferencia en su futuro.

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La niñez es la mejor etapa para sembrar hábitos que acompañarán a las personas a lo largo de su vida. Y qué mejor oportunidad que el Día del Niño para enseñar a los más pequeños a tener una relación sana con el dinero.

Aunque regalar juguetes, dulces, tabletas o videojuegos es lo más común en esta fecha, hay otras opciones que pueden ser igual de especiales y mucho más valiosas: Regalar educación financiera.

 

Hablar de dinero con los niños no tiene que ser aburrido ni complicado. Involucrarlos en decisiones cotidianas del hogar, como hacer una lista de compras o entender de dónde viene el dinero, les enseña desde pequeños a valorar los recursos y a tomar decisiones más reflexionadas.

 

Juan Luis Ordaz, director de Educación Financiera Banamex, comparte algunas recomendaciones para que la cultura financiera sea un regalo para toda la vida.

Uno de los primeros pasos para fomentar buenos hábitos es enseñarles a ahorrar. Una alcancía —mejor si es transparente para que vean cómo crece su dinero— puede ser el primer acercamiento. Fijar una meta de ahorro y romper la alcancía cuando la alcancen les enseñará la satisfacción de cumplir objetivos financieros.

 

 

Conforme crecen, se puede dar el siguiente paso: Abrir una cuenta de ahorro en un banco. Hoy en día, varias instituciones ofrecen opciones pensadas especialmente para niños, lo que formaliza el hábito y los acerca al mundo de las finanzas de manera positiva.

 

También es posible pensar a largo plazo. Algunos sistemas de ahorro para el retiro permiten abrir cuentas para menores de edad. Aunque parezca temprano, ahorrar para el futuro desde la infancia puede ser uno de los regalos más importantes que les podemos dar.

 

Además, existen libros, cuentos, juegos de mesa y hasta videojuegos diseñados para enseñar a los niños conceptos como el ahorro, el gasto o la inversión, de una manera divertida y fácil de entender.

Finalmente, ayudar a los pequeños a descubrir sus talentos y pasiones no solo les dará seguridad, también puede ser el inicio de un futuro emprendimiento o de oportunidades para generar ingresos desde jóvenes.

 

Inculcar hábitos financieros saludables desde temprana edad no solo prepara a los niños para manejar mejor su dinero, también les da herramientas para construir una vida adulta más estable, responsable y exitosa.

 

Este Día del Niño, regalemos educación financiera: Un obsequio que les servirá toda la vida.