En este contexto, DAP – Despacho de Asuntos Públicos presentó un listado de diez temas clave que, a su juicio, definirán la relación entre las empresas y el sector público durante el próximo año, y que deberán ser considerados de forma prioritaria por la alta dirección corporativa (C-Suite) para anticipar riesgos, proteger la continuidad del negocio y fortalecer la toma de decisiones estratégicas.
El primer eje subraya la importancia de identificar con precisión quién toma las decisiones públicas, en qué espacios se construyen y bajo qué lógicas operan. Esta lectura estratégica resulta determinante para planear inversiones, expansiones y movimientos corporativos con mayor certidumbre.
En la misma línea, DAP destaca la necesidad de anticipar cambios legislativos mediante información estratégica y un relacionamiento institucional sólido, evitando reacciones tardías que puedan afectar resultados financieros y reputacionales.
Otro de los puntos centrales es la gestión proactiva de riesgos regulatorios, especialmente para empresas con operaciones multinacionales o cadenas de suministro complejas. A ello se suma la incorporación de la geopolítica como una variable permanente en la toma de decisiones, considerando tensiones comerciales y reconfiguraciones regionales que influyen directamente en políticas públicas y mercados.
El documento también resalta la importancia de construir narrativas corporativas alineadas con las prioridades del entorno político sin perder identidad, así como prepararse con anticipación para escenarios de crisis regulatoria mediante ejercicios preventivos que permitan respuestas ágiles y consistentes.
DAP enfatiza, además, el uso de inteligencia de datos para anticipar movimientos políticos y regulatorios, el diseño de estrategias de relacionamiento a nivel federal, estatal y municipal, y el fortalecimiento del compliance político-gubernamental como mecanismos clave para mitigar riesgos legales y proteger la reputación corporativa.
Finalmente, el despacho plantea que los asuntos públicos deben integrarse como una función estratégica del negocio, con presencia directa en la alta dirección y alineación con los objetivos de crecimiento, gobierno corporativo y sostenibilidad.
Con este listado, DAP envía un mensaje claro a los líderes empresariales: en 2026, la anticipación, la lectura estratégica del entorno y la toma de decisiones informada desde el C-Suite serán factores determinantes para competir, crecer y preservar el valor de las organizaciones.