De acuerdo con el reciente reporte “Tendencias de Hospitalidad Moderna 2026, una oportunidad de inflexión estratégica”, elaborado por Vingcard – Assa Abloy, el próximo año marcará el momento en que la innovación dejará de ser un diferenciador para convertirse en un requisito indispensable.
El segundo punto clave es la brecha de personalización. Aunque 80% de los viajeros busca experiencias adaptadas a sus preferencias, solo 23% las recibe actualmente. Cerrar esta diferencia representa una de las mayores oportunidades de generación de ingresos para la industria, ya que los huéspedes están dispuestos a pagar más por estancias personalizadas en aspectos como iluminación, temperatura o servicios digitales.
El cuarto eje es el crecimiento de las estancias extendidas, un segmento que avanza a mayor ritmo que la hotelería tradicional. Impulsado por el nearshoring, el trabajo remoto y la relocalización de ejecutivos, este modelo ofrece ingresos más estables, menor rotación y mayores niveles de rentabilidad, especialmente cuando se apoya en tecnología para gestión energética y mantenimiento predictivo.
La sostenibilidad constituye el quinto pilar. En 2026, el cumplimiento regulatorio en materia ambiental coincidirá con la necesidad de reducir costos operativos. Tecnologías de gestión energética e IoT permiten ahorros de entre 30 y 50%, al tiempo que fortalecen la percepción de valor entre huéspedes cada vez más conscientes del impacto ambiental.
En conjunto, estas seis tendencias confirman que 2026 será un año definitorio. La velocidad de adopción tecnológica y la capacidad de anticiparse marcarán la diferencia entre quienes lideren la transformación y quienes solo logren mantenerse a la par.