El nuevo Munch-museet, proyectado por el estudio español Herreros, tendrá una estructura vertical de hormigón de 60 metros de altura que emerge de las orillas del fiordo en la capital. El inmueble estará distribuido en ocho plantas de diferentes alturas. Sus últimos pisos estarán ligeramente inclinados hacia el agua, formando casi un ángulo de 45 grados respecto a la tierra.
La parte superior estará cubierta por una chapa metálica ondulada en tonos azules, blancos y grises, que evocan al fiordo de la capital, entrada y salida de miles de turistas semanales en ruta en los cruceros por el mar del Norte y sus capitales nórdicas.
El país escandinavo ha presentado un plan de inversión como nunca lo había hecho, con la finalidad en recuperar la zona portuaria y convertirla en punto de referencia; por lo que además de la famosa casa Ópera —estructura insignia de la nueva zona moderna— y la nueva pinoteca, se contempla construir una nueva biblioteca pública.