Un año antes, en 2015, la empresa Oak Ridge National Laboratory 3D imprimió una casa móvil y un castillo de patio trasero en 3D en el estado norteamericano de Minnesota.
Y en 2017, el Instituto de Tecnología de Massachusetts (por sus iniciales en inglés, MIT) construyó a través de un sistema de robots, una estructura de un edificio a través de tecnología 3D, lo que significaría un avance importante para agilizar el proceso de construcción hasta en menos de 14 horas.
La obra es una estructura parecida a una cúpula con más de 15 metros de diámetro y 3.66 metros de alto, realizada con un vehículo con un gran brazo robótico industrial para cubrir el alcance y uno más pequeño para las maniobras que requieren destreza. Además, a través de diferentes herramientas se pueden unir al brazo más pequeño, como un sistema de soldadura que dispara materiales de construcción, en una especie de espuma.
Con esta tecnología se podría realizar una construcción de edificios más rápida, más barata y más adaptable en comparación con los métodos tradicionales, según diversos investigadores. A diferencia de otros sistemas de impresión 3D, su diseño de movimiento libre puede crear un objeto de cualquier tamaño.
El sistema, llamado Plataforma de Construcción Digital requiere por el momento que los humanos lo monitoreen por razones de seguridad. El sistema se alimenta eléctricamente o a través de paneles solares.