La arquitectura parasitaria es una forma de aprovechar inmuebles que no se pueden modificar y, al mismo tiempo, ofrecer renovación en las viviendas; pues crea estructuras flexibles que se alimentan de la infraestructura existente, como una colonia de hongos, justo en lo que se inspira.
Y últimamente, es una respuesta al problema de la densidad estructural en diferentes ciudades y a la necesidad de alojamiento temporal, con inmuebles accesibles, señalan diversos expertos.
Añaden que un creciente número de edificios patrimoniales en los centros de las ciudades, más unos precios de alquiler disparados y una disminución de los inmuebles disponibles, obligan a los arquitectos a innovar en las áreas urbanas.
Asimismo, que los tiempos actuales permiten que las personas expresen el deseo de renovar sus casas y cambiarlas de manera fácil y económica.
Cabe mencionar que reutilizar o expandir un edificio viejo no es novedad, pero los complementos ‘parásitos’ se distinguen porque contrastan con el ‘cuerpo’ que los alberga en color, material y estilo con los que se puedan construir.
Ejemplos de arquitectura parasita:
- Proyecto Flux Haus contra las Cage Homes, Hong Kong
- Homes for the Homeless, Londres
- Héctor Zamora, estructura sobre el Museo Carrillo Gil, CDMX
- Casa parasito en la azotea de un edificio en el barrio de San Juan, Quito
- Viviendas interiores en el Arco de La Défense, París