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El proyecto en la isla Manresa constará de la renovación de una planta de energía de la década de los 50 que fue desmantelada en 2013, después de sufrir daños críticos por el huracán Sandy.

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El estudio de arquitectura BIG ha presentado planes para adaptar una central eléctrica fuera de servicio en Connecticut, Estados Unidos, en un centro comunitario que será rediseñado por el estudio de paisajismo Scape.

 

Formará la pieza central del plan de Scape, que verá el paisajismo de 125 acres de tierra en el sitio, incluida la remediación ya que fue lugar de repetidos derrames y daños de la planta de energía a carbón y petróleo.

 

La estructura será transformada por Bjarke Ingels Group (BIG) en un centro comunitario. Las primeras imágenes muestran tres edificios de vidrio y acero con aleros en las plantas bajas sostenidos por finos pilotes y rematados con techos verdes.

Incluyen, las características interiores, piscinas y una serie de terrazas que sobresalen de la estructura más grande. La gran chimenea del lugar se mantendrá, y el fundador de BIG, Bjarke Ingels, la comparó con una "catedral posmoderna".

  

 

"La isla de Manresa está llamada a convertirse en un punto de apoyo muy necesario para el público a lo largo de la costa de Connecticut, que de otro modo estaría bastante privatizada", dijo Ingels.

 

 

Con su visión de la central eléctrica, prosiguió, “buscamos redescubrir y reanimar los espacios majestuosos que se esconden en los huesos de la infraestructura abandonada. Editando en lugar de añadir, abriremos y despejaremos los espacios existentes para que la antigua planta de carbón pueda convertirse en el marco de la vida social y cultural del futuro de Manresa, desde la infraestructura energética hasta la infraestructura social", finalizó.

 

El diseño paisajístico de Scape contará con una terraza semicircular que se irá desde los grandes edificios hacia la costa, que se someterá a una restauración exhaustiva para mitigar el daño de los derrames industriales y otros contaminantes. Según el despacho, pese a la contaminación, algunas especies de árboles como el abedul y animales como el águila pescadora han prosperado en el lugar desde que se cerró hace más de una década. El lugar también ha permanecido cerrado al público.

 

Las imágenes muestran una serie de caminos elevados que cruzan humedales para proporcionar circulación a la comunidad y al mismo tiempo mantener la integridad del medio ambiente.

El proyecto cuenta con el apoyo de los residentes locales Austin y Allison McChord y la organización sin fines de lucro Manresa Island Corp, que están trabajando para adquirir el terreno a los desarrolladores Argent Ventures, quienes habían planeado convertir el área en viviendas privadas.