De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de enero a septiembre el gastos de las empresas en construcción se contrajo a una tasa anual de -3.2%; la inversión residencial acumuló una caída de -1.9% a tasa anual, en tanto la no residencial cayó -4.5% respecto a igual periodo de 2018. En septiembre, en particular, la inversión residencial retrocedió -2.5% anual y la no residencial -10.7 por ciento.
De acuerdo con un análisis de Banorte, “en términos de la inversión pública, el reporte de finanzas públicas mostró que el gasto de capital del Gobierno Federal aumentó 27.5% anual en términos reales tras el -5.9% registrado el mes anterior. Aunque esta cifra fue muy positiva, no se refleja con claridad en el reporte de hoy. Cabe recordar también que ante las restricciones presupuestarias actuales, el gobierno anunció recientemente un acuerdo con el sector privado para impulsar el gasto de inversión, mismo que creemos que también podría ser favorable”.
Agregaron que “a pesar de esta situación, la evidencia hasta el momento alude a que la caída en la inversión pública no ha sido la única responsable de la debilidad acumulada en lo que va del año. En nuestra opinión, esta situación probablemente continúo durante la mayor parte del 4T19, suficientemente débil como para poder argumentar que el piso ya fue alcanzado”.