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Los ingresos por la venta de viviendas de interés social se redujeron un 25.9% respecto a los primeros tres meses del 2021.

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Consorcio Ara, una desarrolladora de vivienda, reportó que sus resultados financieros del del primer trimestre de 2022 (1T22) estuvieron en línea con lo planeado al inicio del año, pues sus ingresos totales ascendieron a mil 643.3 millones de pesos (mdp), con un crecimiento de 3.8% en comparación con el 1T21.

El crecimiento en los ingresos del primer trimestre se debió al buen desempeño del segmento residencial, cuyos ingresos ascendieron a 620.3 mdp, los más altos en los últimos cuatro años, y fueron un 49.5% superiores al primer trimestre de año pasado. 

Por su parte, los ingresos del segmento medio fueron 556.3 mdp, prácticamente en niveles similares en comparación con el 1T21. Los ingresos  de las viviendas de interés social fueron 416.5 mdp, un 25.9% inferior al periodo de comparación.

 

Germán Ahumada Russek, presidente de ARA, comentó a través del reporte publicado en la BMV, que durante los primeros tres meses del año concluyeron tres desarrollos de interés social, lo que también contribuyó a menores ingresos en dicho segmento.

 

En el primer trimestre de 2022, la utilidad de operación de la viviendera fue 152.8 mdp, lo que representó un margen de 9.3%; la utilidad neta ascendió a 138.9 mdp, con un margen de 8.5%, en tanto que el flujo operativo (EBITDA) sumó 218.7 mdp, con un margen de 13.3 por ciento.

La asamblea de accionistas de la compañía aprobó el pago de dividendos por 290 mdp, un monto 45% superior al año pasado. 

 

 

“Enfrentamos retos importantes, como un crecimiento económico más moderado, la inflación e incremento en la tasa de interés. Sin embargo, el bono demográfico, que implica una demanda constante de vivienda, así como la continuidad y el dinamismo en el otorgamiento de financiamiento hipotecario, continúan siendo elementos a nuestro favor”, sostuvo Ahumada Russek.

Dijo que actualmente están trabajando en la apertura de diez desarrollos: tres ubicados en el Estado de México, dos en Quintana Roo, dos en Puebla, uno en Guerrero, uno en Morelos y otro más en Jalisco.