Reconoció que la industria inmobiliaria es un motor de la economía nacional, un sector fundamental.
Dijo no creer en políticas públicas como el denominado Bando 2 –que implementó Andrés Manuel López Obrador cuando fue jefe de gobierno del Distrito Federal-, porque expulsan a la población a la periferia de la ciudad.
En cambio, enlistó cinco medidas para impulsar al sector:
- Tenemos que acabar con la corrupción.
- Debemos simplificar y dar certeza con reglas claras.
- Debemos incrementar la inversión pública en infraestructura urbana para que juntos (con la inversión privada) hagamos ciudad.
- Se comprometió a crear una oficina que atienda y proteja la inversión privada, es decir, un ombudsman que defienda la inversión.
- Finalmente, una política de metrópolis, una política de grandes ciudades desde el gobierno federal.