Nuevas cifras indican que las ventas minoristas en China continúan cayendo a medida que los consumidores evitan los restaurantes y reducen el gasto en artículos no esenciales, propiciando un aumento en la oferta y no en la demanda. Por lo que la recuperación económica del país será gradual; señalan especialistas.
Si bien la producción de las fábricas aumentó por primera vez desde que atacó el Coronavirus y mejoró la inversión estatal, la inversión privada se mantuvo floja. Por lo que especialistas sugieren que una reactivación liderada por la oferta creará un exceso de capacidad y desinflación, a menos que la demanda se recupere pronto, tanto en el país como en el extranjero.
Algunos signos de la recuperación de China, especialmente en la producción, podrían verse en datos recién publicados, que mostraron que la producción industrial aumentó 3.9%, mejor de lo esperado respecto al año anterior, revirtiendo una caída del 1.1% en marzo y una profunda caída en los primeros dos meses del año.
La inversión en activos fijos disminuyó 10.3% en los primeros cuatro meses, una disminución menor que la caída de 16.1 por ciento en el periodo enero-marzo. Sin embargo, las ventas minoristas cayeron un 7.5% más que la caída proyectada del 6 por ciento, ya que los compradores prefirieron evitar las multitudes y, en cambio, trasladar sus compras en línea.
Los ingresos de restaurantes y catering cayeron un 31.1 por ciento respecto al año anterior, después de un colapso del 46.8 por ciento en marzo. Así, Chua Hak Bin, economista senior de Maybank Kim Eng Research en Singapur, refiere a Bloomberg, que “desbloquear la economía es una tarea más desafiante y compleja que bloquearla". Además, "las preocupaciones sobre la recuperación de empleos en el sector de servicios pueden estar convenciendo a los responsables de las políticas de China para que aumenten constantemente el estímulo", considera Shaun Roache, economista en jefe de APAC en S&P Global Ratings.