La confianza del consumidor mexicano finalizó el 2020 mostrando una gran recuperación respecto a los niveles mínimos establecidos durante el segundo trimestre, por el primer periodo de confinamiento, pero por debajo de los niveles de un año previo.

Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), considerando cifras originales, mostraron que el indicador se ubicó en diciembre en 38.7 puntos, con una gran recuperación respecto al nivel mínimo del año de 31.1 unidades en mayo, lo que significó una recuperación de 24.4 por ciento.

Sin embargo, respecto a diciembre de 2019, cuando se ubicó en 43.8 puntos, el balance del 2020 muestra que finalizó con una contracción de -11.6 por ciento.

Analistas de BX+ señalaron a través de su cuenta de twitter que “el indicador rebotó a su mayor nivel desde marzo, aunque todavía se encuentra por debajo de los niveles previos a la pandemia”.

Agregaron que “pese al endurecimiento de la pandemia (encuesta levantada primeros 20 días del mes), pero posiblemente ante el desarrollo de la vacuna”, se observó una mejora generalizada, liderada por la evaluación de la situación familiar. Sin embargo, consideran que el “nuevo cierre comercial y restricciones a la movilidad ante mayores contagios revertirán recuperación”.

Al respecto, Banco Base opinó que “las cifras reflejan un mayor optimismo de los consumidores pese al endurecimiento de las restricciones sanitarias en algunas zonas del país durante diciembre, lo que podría indicar que ha tenido más relevancia el optimismo por la llegada de la vacuna que el pesimismo por el repunte de la pandemia”.

“Se espera que, en enero, la confianza del consumidor muestre un deterioro, pues durante los primeros días del año se han registrado nuevos máximos de contagios y muertes por coronavirus, mientras que hospitales en diversos estados ya se encuentran saturados, lo que podría ocasionar que las restricciones de movilidad se endurezcan. Si bien en diciembre se inició con la campaña de vacunación en el país, el proceso ha sido lento, por lo que no se anticipa un impacto positivo observable sobre la actividad económica en el corto plazo”, concluyó