En la 33 Zona Militar de Campeche, evaluaron los trabajos en los tramos 1,6 y 7 y de ahí abordaron el tren que los llevó hasta la zona arqueológica de Edzná, donde se inauguró el museo de sitio. El Ejecutivo se dijo contento de estos recorridos con la próxima presidenta de México, tanto que le da fuerza, "estamos muy contentos, eso sí les puedo decir. Llevo como más de 20 días muy contento, o sea, muy fortalecido. Me ayudó; puede ser que no esté tan bien de la carrocería, pero tengo motor nuevo", bromeó.
En medio de la selva, ante trabajadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia, el empresario Daniel Chávez, supervisor honorario del Tren Maya y el director general de Grupo Carso, Antonio Gómez García, la virtual presidenta electa también asumió el compromiso de dar continuidad al llamado Jaguar Rodante; "El Tren Maya es, sin duda, uno de los más grandes legados del Presidente Andrés Manuel López Obrador... Presidente, tenga la certeza que la vamos a cuidar y engrandecer".
Valoran trabajo de ingenieros militares
Reveló el Presidente que en las conversaciones con Sheinbaum, ésta le pregunto cómo surgió la idea de involucrar a los ingenieros militares en la construcción de obras estratégicas. El ejecutivo recordó que a pesar de que tenía un dictamen de sus colaboradores en el que le recomendaba no cancelar la construcción del aeropuerto en Texcoco, decidió hacer una consulta y la gente decidió por el no. Narró que fue entonces cuando optó por encargar al Ejército la construcción del aeropuerto, Felipe Ángeles y después muchas otras obras, incluidos algunos tramos del Tren Maya.
La gobernadora de Campeche Layda Sansores ventiló diferencias entre el general Gustavo Vallejo, encargado de las obras del tren y Diego Prieto, titular del Instituto de Antropología e Historia. Detalló el episodio: "Y el general Vallejo, quien hizo el AIFA, dijo: ‘Así, Presidente, no se va a poder, don Diego a fuerza quiere que estemos parando a cada rato y desviando porque encontrábamos vestigios arqueológicos, entonces aquí que se decida si quieren vestigios o quieren que lleguemos a tiempo’. Y, bueno, uno que amaba el tiempo y el otro que quería llegar a tiempo, y era uno de los mejores debates que yo he visto. Pero la mejor solución, como una lección de vida, Andrés Manuel los escuchaba y cuando terminaron ese debate respetuoso, yo no lo sentía tan respetuoso, yo decía, aquí cualquier cosa puede pasar, pero en ese momento dijo: ‘Pues se va a terminar a tiempo y se van a rescatar los vestigios arqueológicos, todos los que haya’.