Cuando Kamala Harris relevó en julio pasado a Joe Biden en la candidatura a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Demócrata, Donald Trump iba a la cabeza de las encuestas.
El 6 de agosto, día en que nombró a Tim Walz como compañero de fórmula, la candidata presidencial tomó la delantera. Harris supo aprovechar este impulso hasta bien entrado octubre.
Hace poco menos de una semana, las cosas cambiaron: desde el 26 de octubre, Trump vuelve a estar a la cabeza, aunque con un margen inferior al 0.5 por ciento. El 3 de noviembre, Trump ganaba por solo un 0.1 por ciento. Debido al margen de error habitual de al menos un 1% en los sondeos, el resultado de las elecciones es incierto.