Johnson & Johnson se ha sumado a la lista de grandes farmacéuticas que destinan inversiones para aumentar su capacidad de producción en Estados Unidos, en respuesta a la guerra comercial impulsada por el presidente Donald Trump, según lo reportado por medios de comunicación estadunidense.
Este representa un aumento del 25% en comparación con lo que Johnson & Johnson había invertido en los últimos cuatro años, y se enmarca dentro de su estrategia de expansión tras la aprobación de la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos en 2017.
Además de la nueva planta en Carolina del Norte, la compañía ampliará varias de sus instalaciones que operan en las áreas de medicina innovadora y tecnología médica.
También destinará recursos para mejorar su infraestructura de investigación y desarrollo en áreas como oncología, neurociencias, inmunología, enfermedades cardiovasculares y cirugía robótica.
Joaquín Duato, CEO de J&J, destacó que la expansión de la inversión en Estados Unidos no solo generará nuevos empleos en el país, sino que también permitirá la fabricación de medicamentos avanzados que beneficiarán tanto a pacientes estadunidenses como a los de todo el mundo.
Su anuncio llega en un momento en el que el presidente Donald Trump había propuesto imponer un arancel del 25% a los productos farmacéuticos importados, con el objetivo de fomentar la producción interna.
El mandatario también presionó a varias empresas farmacéuticas importantes, como Merck, Pfizer y Eli Lilly, para que trasladen más de su producción a Estados Unidos.
Por su parte, Pfizer también se mostró dispuesta a mover sus operaciones de fabricación internacionales al país si se implementan los aranceles propuestos.
Se espera que, con esta nueva inversión, Johnson & Johnson tenga un impacto económico anual superior a los 100 mil millones de dólares en Estados Unidos.