Un ejemplo de ello es el caso del municipio de Emiliano Zapata, en Hidalgo, donde la inversión de una empresa de capital chino ha tenido un impacto positivo.
La planta, que ya inició operaciones con una de sus tres líneas de producción, utiliza materias primas nacionales provenientes de estados como Veracruz, Puebla y Zacatecas, fortaleciendo cadenas de suministro internas. Además, su ubicación estratégica —cercana a Tlaxcala, Puebla y la Ciudad de México— y su proximidad a la vía férrea operada por Kansas City Southern, facilita la distribución nacional y la exportación a mercados de América Latina y Norteamérica.
Bajo este panorama, el caso de Time Ceramics refleja cómo la inversión extranjera puede traducirse en beneficios concretos para el empleo, la producción nacional y el fortalecimiento de regiones clave.
Durante el primer trimestre de 2025, México registró un récord histórico en captación de inversión extranjera directa (IED), al alcanzar 21 mil 400 millones de dólares, lo que representó un crecimiento del 165% en nuevas inversiones respecto al trimestre anterior. Este resultado consolida al país como uno de los destinos más atractivos para el capital internacional, gracias a factores como su ubicación estratégica, sus tratados comerciales, la disponibilidad de mano de obra calificada y su creciente infraestructura logística.