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El año 2026 se perfila como un periodo de importantes retos para la economía mexicana, marcado por un crecimiento económico limitado y presiones inflacionarias, en un entorno de condiciones complejas que podrían distorsionar la percepción sobre su desempeño real.

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De acuerdo con el análisis de Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base, el desempeño económico enfrentará condiciones complejas, el año podría generar una percepción más favorable de lo que realmente reflejan los fundamentos. Siller advierte que existen al menos cuatro factores que podrían distorsionar la lectura del panorama económico durante el próximo año.

Uno de ellos es el efecto anímico asociado al Mundial de Futbol, evento que podría generar un ambiente de optimismo entre consumidores y empresas, desviando la atención de los problemas estructurales que enfrenta la economía. Este factor, si bien positivo en términos de percepción, no necesariamente se traduciría en mejoras sostenidas en la actividad productiva.

Un segundo elemento es el comportamiento del tipo de cambio. De acuerdo con el análisis, el peso podría mantenerse fuerte o incluso registrar una apreciación adicional, lo que daría la impresión de estabilidad económica. Sin embargo, este movimiento estaría más relacionado con una posible debilidad del dólar y con operaciones de carry trade, más que con un fortalecimiento de los fundamentos internos.

El tercer factor señalado es el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). Para 2026 se estima un avance de alrededor de 0.8%, cifra que, en comparación con el crecimiento de 0.4% observado en 2025, podría percibirse como una mejora relevante. No obstante, el nivel seguiría siendo bajo y consistente con un escenario de estancamiento económico.

Finalmente, Siller destaca la trayectoria a la baja de las tasas de interés, derivada de la política monetaria del Banco de México. La reducción en el costo del crédito podría generar una sensación de alivio financiero, aunque responde a un contexto de menor dinamismo económico y no necesariamente a una expansión sólida.

En conjunto, estos factores podrían crear una narrativa de recuperación parcial en 2026. Sin embargo, el análisis advierte que la economía mexicana seguirá enfrentando desafíos de fondo, por lo que será clave distinguir entre señales coyunturales y la evolución real de los fundamentos económicos.