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La caída de los ingresos petroleros y tributarios en 2010 hace impostergable la revisión de los subsidios y la eliminación de aquéllos que no estén orientados a la productividad, afirmaron representantes del IMEF y de la consultoría Ernst & Young
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Por Notimex CIUDAD DE MÉXICO.- La caída de los ingresos petroleros y tributarios en 2010 hace impostergable la revisión de los subsidios y la eliminación de aquéllos que no estén orientados a la productividad, afirmaron representantes del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) y de la consultoría Ernst & Young. En el caso particular de los subsidios a energéticos, el presidente del IMEF, Pedro Núñez Rodríguez, dijo a Notimex que debe continuar todo lo que contribuya a fortalecer la competitividad y la productividad, como la producción agrícola y ganadería, y no incentivar sólo al consumo a través de los subsidios. En tanto, el socio director en Consultoría en Impuestos de Ernst & Young, Carlos Cárdenas, calificó el tema de los subsidios como complejo. Desde el punto de vista económico, aclaró, se puede llegar a la conclusión de que hay productos y servicios que el Estado ofrece con precios que no corresponde a su valor del mercado, como el agua, casetas, metro, gasolina y electricidad, con un precio general, sin diferenciar si se es rico o pobre al que se beneficia. En el aspecto social, indicó que se debe analizar hasta qué punto la población puede soportar incrementos adicionales en los precios en un momento de crisis económica. A su vez, el Departamento de Estudios de Invex Grupo Financiero consideró el incremento en el precio de la gasolina como una medida poco viable para aumentar los ingresos públicos debido a su impacto social e inflacionario. Además, de que se percibe difícil un acuerdo en el Congreso de la Unión sobre una reforma estructural que permita ampliar la recaudación fiscal. "La solución más factible que vemos es un mayor déficit fiscal programado para 2010", indicó. Sin embargo, para el presidente del IMEF, lo que está en tela de juicio son los subsidios a los precios de los energéticos, ya que México importa gasolinas a precios superiores a los que se venden en el mercado interno, además de que beneficia a la población de mayores ingresos. "Hay subsidios necesarios como los que se destinan a la agricultura para lograr que sean más competitivos a nivel internacional", al recordar que Europa y Asia subsidian a sus productores primarios. Refirió que el subsidio a las gasolinas representa un golpe a las finanzas públicas, por lo que propuso corregir ese aspecto, pero progresivamente para no impactar a la inflación en forma directa. Núñez Rodríguez subrayó que el tema de los subsidios e impuestos se ha politizado, pero es necesario que el costo que genera producir energéticos como la electricidad sea trasladado al consumidor; "casi una tercera parte se subsidia, lo mismo ocurre con la gasolina". En cuanto al tiempo que llevará eliminar progresivamente los subsidios en tarifas y productos, dijo que lo deseable sería que ocurriera en 2010, pero aclaró que dependerá del presupuesto que se diseñe para ese año. Por su parte, Carlos Cárdenas, quien también es vicepresidente del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), opinó que hay preocupación del gobierno de no afectar de manera agresiva la economía familiar, "de otra forma no estarían hablando de gradualismo". Sostuvo que desde el punto de vista económico, algunos de los precios y productos que ofrece el Estado están por debajo del valor del mercado, pero también habría que ver hasta qué grado la población puede absorber los incrementos de costo. "Si analizamos las finanzas del país, urgen reformas estructurales desde hace sexenios, como la fiscal, pero por razones fundamentalmente políticas no se han implementado; con motivo de la crisis mundial se está volviendo un tema de supervivencia el concretar estas reformas". El directivo de la Consultoría Ernst & Young resaltó que la eliminación de subsidios no ayudan, por sí mismos, a equilibrar las finanzas públicas. Detalló que se deben revisar no sólo los ingresos, incluidas las tarifas, sino también el tema fiscal para que el Estado recaude más, el gasto público sea eficiente y se tenga un déficit responsable que en su caso deba financiarse. "Esos tres ingredientes permitirán conformar un presupuesto para 2010 equilibrado y razonable".