Esta inversión equivale a 320,000 millones de dólares (mdd), que serán aplicados a obras de transporte, energía y telecomunicaciones; así como a agua y saneamiento, lo cual contribuiría a incrementar la cobertura y calidad de los servicios de infraestructura, a la vez que aumentaría el bienestar de la población.
La Cepal detalló que la infraestructura económica es un insumo de capital fundamental para la producción y generación de riqueza, además de ser un elemento necesario en todas las etapas de desarrollo de las economías. Indicó que su impacto puede ser transformador, favoreciendo la productividad y la competitividad en los mercados internacionales, y con ello, el crecimiento y el desarrollo económico y social.
También señaló que las inversiones en obras de infraestructura contribuyen a incrementar la cobertura y calidad de los servicios públicos, como salud, educación y esparcimiento; reduciendo los costos asociados a la movilidad y a la logística, y mejorando el acceso a diversos mercados. Al destinar 3.32% de su producto interno bruto (PIB) a infraestructura en 2012, México ocupó el séptimo sitio de 15 países seleccionados por la Cepal en la región.
{socialbuttons}