Para evitar una mayor repercusión en los empleos de la industria de la construcción, el gobierno federal puede aprovechar el tiempo de cuarentena para adelantar algunas licitaciones de obra pública; para que los trabajos puedan comenzar inmediatamente al término del confinamiento y beneficiar a los trabajadores de la construcción.
Así lo sugiere Eduardo Ramírez Leal, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC). E indicó que hasta 30% de la industria está parada, ya que las constructoras dedicadas a obras de agua potable, energía eléctrica y hospitales siguen operando.
Además, añadió que la industria no está siendo atendida, porque las obras del nuevo aeropuerto de Santa Lucía, la nueva refinería Dos Bocas y el Tren Maya continúan a pesar de la emergencia sanitaria por el Coronavirus. “Ha dicho el presidente que la construcción es necesaria para generar empleo, bueno que se dé; pero no necesariamente a través de la Secretaría de la Defensa Nacional, sino de empresas mexicanas”.
Además, indicó Ramírez Leal, preocupa el costo de algunos insumos; porque se liberó el cemento pero el concreto no. Incluso el acero ha reportado aumentos de entre el 15 y el 20% entre los distribuidores. “Hay otro reporte que el asfalto que se utiliza mucho para la conservación de carreteras, de caminos, para la fabricación de carpeta asfáltica, hay un incremento del producto que nos vende directamente Petróleos Mexicanos de alrededor de 20 por ciento”.
Coparmex pide reapertura de empresas
Por su parte, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) exhortó al gobierno federal a permitir la reapertura de las empresas que tengan la capacidad de reducir los riesgos de propagación del COVID-19.
También propuso aprobar el denominado salario solidario, con aportaciones del gobierno, patrones y trabajadores. Dicha propuesta que ya se está realizando en varias partes del mundo, aclara la confederación, puede marcar la diferencia para que los empleos puedan subsistir a la crisis que se padece.
/Con información de La Razón, ContraRéplica, Excélsior y El Economista./