La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha movilizado, sin costo, 27.4 millones de toneladas de acero, de diciembre del 2019 a septiembre de este año, desde el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
Con este material se construye la terminal de pasajeros y la torre de control del aeropuerto de Santa Lucía, en el Estado de México; prevén que la sede aérea sea inaugurada el 21 de marzo del 2022, cuyo avance de obra llega ya al 40 por ciento.
En la misma fecha, la dependencia movilizó 2.7 millones de metros cúbicos de materiales pétreos, a través del Sindicatos Unidos y locales de transportistas, a un costo de cerca de 653.4 millones de pesos (mdp).
El material hidráulico y sanitario que fue llevado para Santa Lucía fue trasladado también por el ejército, se han movilizado 14 mil 66 piezas. Además, desmantelaron diez campamentos de Texcoco para llevarlos a Santa Lucía y funcionarán como oficinas del personal que labora para el puerto aéreo.
Mediante un contrato de donación por parte del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, se cedió de forma gratuita tezontle, acero, material hidráulico, eléctrico y sanitario, además de campamentos, para la edificación del aeropuerto a partir del 16 de diciembre de 2019 y hasta el 2021.
De acuerdo con El Financiero, especialistas en derecho aéreo, opinaron que la participación de las fuerzas armadas en la construcción del aeropuerto y la donación de los recursos, aunque sea legal, no abona al mensaje de transparencia proveniente de la administración del presidente de México.
“En los hechos, la Sedena no está compuesta de albañiles o ingenieros, sino que subcontrata y en ese proceso hay una suerte de triangulación porque los que ejecutan la obra, los contratistas ya brincaron, es un puente que hace que se salten los procesos de licitación”, se indicó.