Donald Trump anunció planes de infraestructura por un billón de dólares en Estados Unidos, durante su administración, y ya que sale de la silla presidencial, olvidó el proyecto que prometía ‘reconstruir Norteamerica’ con obras más sustentables y construcción de carreteras hacia las zonas marginadas del país.

La primera vez que mencionó este plan, de manera formal, fue en una sesión en el Congreso en el 2017: “Para lanzar nuestra reconstrucción nacional, le pediré al Congreso que apruebe una legislación que produzca una inversión de un billón de dólares en la infraestructura de los Estados Unidos”.

El monto, que después se amplió a 1.5 billones, se dividiría entre el gobierno federal, que aportaría 200 millones en fondos, y el resto debería ser invertido por los estados y empresas. A cambio habría reducción en los procesos de construcción y otras facilidades.

Tres años más tarde, en junio del 2020, Trump repitió la propuesta por última vez como solución para reactivar a la economía estadounidense, severamente dañada por la pandemia derivada del nuevo Coronavirus; aunque no pasó gran cosa entre el periodo de las dos propuestas.

Al respecto, especialistas citados por Expansión, mencionan que “para canalizar los recursos había que tener el aval del Congreso. Y como la mayoría era demócrata, no se aprobó. La disputa se ha mantenido hasta ahora y se pudo ver en el desacuerdo de los apoyos otorgados a los ciudadanos por la pandemia”.

Sin embargo, no todo el país quedó sin proyectos. Los expertos señalan que en la frontera con México, en la zona de construcción de su prometido muro, se pudieron canalizar recursos y realizar obras desprendidas del proyecto.

Esta propuesta influyó en el área de Tijuana y San Diego, en donde la infraestructura se remodeló en cerca de 60%. Lo que obedece a la relevancia que tiene en términos de negocio y actividades financieras. La situación podría mejorar para el resto del país con Joe Biden, pues los actores políticos están de su lado.

No obstante, la situación del país podría obligar al nuevo presidente, Joe Biden, a dejar de lado este plan, pues tendrá que enfocarse en reactivar a Estados Unidos tras los daños ocurridos por la pandemia, canalizando recursos a las Pequeñas y medianas empresas y a la campaña de vacunación, que ya inició.