México carece de reglamentos específicos para afrontar la crisis por el Covid-19, los que resultarían clave para la industria de la construcción. Aunque por el momento se cuentan con ciertos protocolos como los que han implementado tanto la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI) como la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), todavía falta implementar más herramientas al respecto.
Diversos proyectos del sector construcción están detenidos por la emergencia sanitaria desde el 30 de marzo de 2020, al haber sido considerados como actividad no esencial, salvo en aquellas relacionadas con el mantenimiento y reparación de infraestructura crítica que aseguren la producción y entrega de servicios esenciales como agua, electricidad, gas, petróleo, gasolina, combustibles, sanidad básica, transporte público, hospitales e infraestructura médica.
“O simplemente se detuvieron algunas actividades productivas, sin el trabajo necesario de regulación y ajustes a las leyes para ir solventando la crisis por sector”, destacó la firma CMS Woodhouse Lorente Ludlow (CMS México).
Como se recordará, en abril, de 2020, el Gobierno Federal incorporó a las actividades esenciales las relacionadas a la producción de vidrio, cemento y acero, pero eso sigue dejando afuera a la producción de vivienda y construcción en general, pero posteriormente sí se incluyeron dentro de las actividades esenciales.
“Sería de suma importancia que, como en diferentes partes del mundo, se revisaran aspectos de apoyo a empleadores para mantener la actividad de la industria, otros que amortigüen los retrasos de obra, que se incentiven nuevos proyectos”, aseveró Giancarlo Schievenini, socio de CMS.