Aunque la Secretaría de Educación Pública (SEP) estima que un 90% de planteles de educación básica del país estarán listos para el regreso a clases presenciales el 30 de agosto, especialistas consideran que la dependencia no incluye suficientes herramientas ni recursos para acompañar a los docentes.

Lo anterior, a partir de que el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) analizó el plan de la SEP para evaluar el rezago de los alumnos en el regreso a clases y lo contrastó con la experiencia de otros países, añadió entonces que la evaluación impedirá tener diagnósticos comparables para diseñar políticas públicas basadas en evidencia.

“México optó por una evaluación formativa en la que cada maestro prepara materiales y los aplica en su salón para mejorar su propio proceso de enseñanza-aprendizaje. Con ello, la SEP transfirió a los docentes y a las escuelas la responsabilidad de diagnosticar a los alumnos”.

A pesar de permitir una adaptación al contexto específico de cada grupo y escuela, la estrategia tiene estas desventajas:

-No hay herramientas: Faltan recursos para acompañar a los docentes en el proceso de diagnóstico y remediación, entre ellas capacitación, mediciones de habilidades socioemocionales y guías más detalladas para aprovechar los resultados.

-No será sistematizadoa ni comparable: Los hallazgos no podrán ser comparables y no podrán ser utilizados como evidencia para la toma de decisiones a nivel nacional.

-No habrá seguimiento: La evaluación solo se contempla al principio del ciclo escolar, por lo que no será posible monitorear el impacto de las acciones de remediación y crear ciclos de mejora al ajustarlas si fuera necesario.

El IMCO señaló que la mayoría de los países analizados apuestan por evaluaciones estandarizadas y comparables. “Aunque el plan de la SEP puede ser un arranque para un primer diagnóstico, México debería definir una nueva fecha para la evaluación del Plan Nacional de Evaluación de Aprendizajes (Planea), de la cual no hay certeza sobre su aplicación”.

La suspensión de clases presenciales durante 53 semanas, uno de los periodos más largos en comparación con otros países, provocó un rezago educativo que equivale a, por lo menos, 1.8 años de escolaridad según el Banco Mundial (BM), recordó el instituto en un comunicado.

“La pérdida de aprendizajes es una de las secuelas más severas que ha dejado la pandemia y que pone en riesgo el futuro profesional del talento más joven. Es posible revertirla con acciones para garantizar los aprendizajes prioritarios de todos los estudiantes”, refirió.

No obstante, las tendencias de consumo de artículos escolares para este nuevo ciclo están liderados por productos de papelería, pero se mantiene una tendencia creciente en la adquisición de artículos de tecnología y herramientas para continuar con la educación en casa.

Verónica Domínguez, gerente de Mercadotecnia de OfficeMax, afirmó que “en julio inició la temporada de regreso a clases y hemos notado una variación en el comportamiento de los consumidores en comparación con las temporadas previas al covid”, lo que indica que las personas toman medidas por si se extiende la educación a distancia.

Artículos más solicitados para el nuevo ciclo escolar:

-Cuadernos profesionales de 100 hojas

-Pizarrones de tablero blanco

-Juego de geometría

-Bolígrafos en colores negro, azul y rojo

-Bicolores y lápices adhesivos

-Sets de plumones de 50 colores

-Boligomas y colores de 150 piezas.