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La inversión en construcción residencial ha tenido el mejor desempeño, mientras la inversión no residencial muestra mucho mayor rezago.

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Durante los primeros nueve meses del 2021 la recuperación de la inversión en construcción ha sido limitada, al acumular un repunte de 6.6% respecto al mismo periodo el año pasado, o que contrasta desfavorablemente con la fuerte contracción de -17.4% de todo el año 2020.

De acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la inversión en construcción pausó en septiembre la recuperación mensual que presentó en julio y agosto,  al reportar una contracción de -1.5%, mientras que en cifras originales se observó un repunte 9.4% en el noveno mes del año respecto al mismo mes del año pasado.

En forma acumulada, de enero a septiembre la inversión en construcción residencial presenta un repunte de 10.3% en relación al mismo periodo de 2020, siendo la más dinámica. Sin embargo, no ha logrado revertir la contracción de 15% de todo el año 2020.

La inversión en dicho segmento depende casi en su totalidad de recursos de la iniciativa privada, por lo que su tendencia dependerá más de condiciones de mercado, de oferta y demanda.

Por su parte, la inversión no residencial acumula un avance de apenas 3.0% en los nueve primeros meses del año en curso, en su comparativo anual, que está muy lejos de la caída de -19.7% en el año 2020.

La inversión no residencial, principalmente en obras de infraestructura tiene una mayor dependencia de recursos públicos, que se han concentrado mucho en las cuatro grandes obras de infraestructura federal.